Para Gonzalo Ledesma dejar de lado el compartir con su familia durante una de las noches de las festividades de fin de año ya es una costumbre. Tanto así que en sus 15 años como bombero siempre se ha perdido una de estas celebraciones por cumplir con la labor de bombero que tanto lo ha apasionado.
Cuando apenas empezaba su trayectoria como bombero voluntario en Envigado, le tocó la recordada conflagración en las bodegas del Éxito, de Envigado, originado por la caída de un globo en el techo el 24 de diciembre de 2007. Esta noche decidió dejar de lado la celebración que tenía con su familia.
“Cuando me enteré de la emergencia, de una me ofrecí a colaborar porque en ese momento era un bombero voluntario. Llegué allá cuando la emergencia estaba avanzada, pero ayudé con diversas labores como moviendo mangueras y otros apoyos”, comentó Ledesma, quien apenas estaba en su primer año dedicado a la labor bomberil.
En su recuerdo esa fue la emergencia más grande que le tocó cubrir durante la temporada de final de año mientras formó parte de Bomberos Envigado como voluntario. “En esas fechas siempre estaba pendiente de cualquier situación, pero no me tocó nada más así importante”, relató.
Estar siempre alerta
En 2011 empezó a formar parte del Cuerpo Oficial de Bomberos de Medellín y desde entonces siempre tiene presente que le toca turno uno de los cuatro días claves de final de año, el 24 o 25 si es en Navidad o el 31 o 1.° de enero si es en Año Nuevo, con turnos que comienzan a las 8:00 de la mañana y duran 24 horas.
“Eso es fijo que siempre nos toca un turno en esas fechas. Por ejemplo, si me tocara un 25 de diciembre o un 1.° de enero lo recomendable es acostarse temprano para siempre estar preparado para atender cualquier situación, que por lo general se aumenta en estas épocas”, relató.
En caso de que el turno sea el 24 o 31, cuando este finaliza los bomberos solo tienen como objetivo descansar de una jornada extenuante y de mucho trabajo, incluso mucho más intensa que la de una jornada normal.
“En una jornada normal se pueden atender, dependiendo de la estación, hasta ocho casos, mientras que en un día de estos, entre incendios y accidentes, se pueden atender hasta 12-14 casos. En realidad son jornadas que nos obliga a estar mucho más alertas en Navidad y fin de año que en cualquier otro tiempo”, comentó este bombero, quien se prepara con la mayor responsabilidad para esta época.
Incluso, en su memoria quedó el recuerdo de una emergencia atendida en el centro de Medellín justo después de la medianoche del 31 de diciembre de 2017, amanecer del 1° de enero de 2018, en al cual le tocó turno.
“Esa noche, de pura casualidad, llegamos tres unidades de los bomberos para controlar un incendio, originado por un globo. Cuando terminamos de apagar el fuego, todos nos abrazamos y nos dimos el Año Nuevo. Los vecinos también nos abrazaron en agradecimiento por evitar que se propagara el fuego”, dijo Ledesma.
Para esta temporada de fin de año, este bombero tiene programado trabajar el 1.° de enero desde las 8:00 de la mañana. Aseguró que siempre está dispuesto a entregarse a su misión bomberil y a sacrificar esos momentos de familia por entregárselos a la seguridad y tranquilidad de toda la comunidad