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EL ENCARGO INEVITABLE

En este número nos embarcamos a explorar la forma en que miramos la política, casi siempre como un duelo entre izquierda y derecha, y cómo está cambiando la geopolítica del poder global. Y nos preguntamos por nuestras relaciones con los animales, al tiempo que reflexionamos sobre las representaciones de series como Griselda, el cine hecho por mujeres y los nuevos espacios para el arte que se abren en Medellín.

  • Especial: Los 26 libros del siglo XXI en Colombia
  • Nota por: Por Ángel Castaño Guzmán
    Nota por: Por Ángel Castaño Guzmán
  • Nota por: Beatriz Mesa Mejía. Periodista y editora. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 2001. Fue directora de Generación.
    Nota por: Beatriz Mesa Mejía. Periodista y editora. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 2001. Fue directora de Generación.
  • Nota por: Daniela Gómez Saldarriaga
    Nota por: Daniela Gómez Saldarriaga
  • Especial: Los 26 libros del siglo XXI en Colombia
  • Nota por: Por Ángel Castaño Guzmán
    Nota por: Por Ángel Castaño Guzmán
  • Nota por: Beatriz Mesa Mejía. Periodista y editora. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 2001. Fue directora de Generación.
    Nota por: Beatriz Mesa Mejía. Periodista y editora. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 2001. Fue directora de Generación.
  • Nota por: Daniela Gómez Saldarriaga
    Nota por: Daniela Gómez Saldarriaga
Edición del mes | PUBLICADO EL 14 diciembre 2024

Especial: Los 26 libros del siglo XXI en Colombia

A modo de presentación de este especial con los 26 mejores libros de la literatura colombiana del siglo XXI, nos preguntamos por el sentido y los sinsentidos de las listas. ¿Por qué y para qué las hacemos?

CONTRA LAS LISTAS...

Las listas no sirven para nada, pero es casi imposible prescindir de ellas. Levantarse y vivir un día es emprender una lista de horas y verbos la mayoría de veces de manera inconsciente. Pensar, intentar comprender el mundo implica enumerar y discriminar, lo que no es otra cosa que hacer una lista. Estamos casi siempre, queramos o no, como en El libro de la almohada: haciendo listas de todo para intentar ordenar nuestra realidad interior y exterior.

Crear orden, ese es el origen de las listas, según Umberto Eco, que escribió un ya famoso y citado libro cuando se habla de este tema: El vértigo de las listas. En esta obra explica cómo la literatura y el arte son incompresibles sin el ejercicio de listar. Para el pensador italiano, la lista, una lista, la infinitud de listas, son el origen de la cultura.

Aprender a leer pasa por enumerar durante horas: letras, palabras, frases. Son las bases de esa acción profundamente humana e irremplazable. Luego, la escuela es un continuo de listas. Igual que la academia, la universidad. El ejercicio básico de un profesor, pongamos uno de literatura, es crear una lista para argumentar sus visiones.

Pero ¿para qué una lista de libros? ¿y desde una revista, un medio de comunicación? Las respuestas pueden ser muchas, incluyendo el para nada, pero nos quedamos con estas: 1) para celebrar a quienes leen y quienes escriben; 2) para celebrar que los libros continúen siendo ese objeto inmejorable como lo describió Borges, capaz de ampliar y complejizar nuestra realidad; 3) para celebrar la buena literatura, sin más; 4) por juego, por no perder uno de los grandes espíritus que mueve la lectura: el placer y el entusiasmo que nos lleva siempre a preguntarnos por las lecturas y los libros que nos marcan, nos cambian, nos fisuran, nos abren la tapa de los sesos (frase de Dickinson); y 5) para atraer lectoras y lectores a libros que al aparecer en una lista y recomendados por otras personas generan una nueva atención.

Esta es la época del año en que abundan las listas de libros en todas sus combinaciones, al punto de convertirse en un cliché periodístico. Y, como contra punto, también se han hecho comunes las opiniones y los artículos contra las listas, una incomodidad que, de alguna manera, las vuelve útiles, al menos como herramienta de discusión. ¿Que son caprichosas? Cierto. ¿Que son injustas? Terriblemente verdad. “Convierten una imprecisión en categoría, sobre la que se discutirá vacuamente”, se lee en una reciente columna de la escritora Llucia Ramis, titulada “Contra las listas de libros”. Y sí, es cierto, sin duda, aunque esto esconde un desprecio y un deseo: que solo unos pocos son los dueños, los llamado a decir qué es bueno y no. O que no existe libros mejores que otros, aunque todo lector sepa que en su cabeza sí, es inevitable.

Casi siempre los escritores son los que más odian las listas (¿por qué será?) mientras otros roles en la cadena del libro las agradecen, como los libreros, gestores culturales, editores, promotores de lectura o académicos (varios de estos últimos respondieron con entusiasmo a esta invitación, agradeciendo el ejercicio). Son personas que saben muy bien que lograr un lector para un libro es un triunfo, y si es mediante un juego (no es otra cosa esta lista), no aspira más que a la fiesta. Y la fiesta es la respuesta a la corrección.

Ahora, hay algo que es innegable: las listas recuerdan la palabra canon, pero es solo una confusión ligera, aunque canon sea sinónimo de lista. El canon es imposible, su sola existencia se diluye, porque pretende pontificar, volverse regla. Mientras que una lista sin más, como acción diaria y moldeable, reconoce su debilidad: obedece a un momento concreto y una conversación específica. Son pasajeras, aunque puedan generar discusiones largas en el tiempo.

Dicho lo dicho, si esta lista sirve para que una, dos, tres... diez, cien o más personas se acerquen por primera vez o reincidan en una de las obras destacadas de la literatura colombiana que salen en ella, hallará un sentido. Los que amamos los libros sabemos muy bien algo: al menos una lectora o un lector mantiene en pie la esperanza, salva un libro, lo reimagina y con ello reimagina lo que llamamos literatura. Hace la magia.

¿CÓMO SE HIZO NUESTRA LISTA?

VOTANTES (61 RESPUESTAS RECIBIDAS):

EL TOP 11

Esta lista de libros se realizó con las votaciones de sesenta y una personas entre editoras, escritoras, libreras, académicas, gestoras culturales, promotoras de lectura y periodistas. Del 1 al 11 aparecen según la votación y el resto por orden cronológico de publicación.

LIBRO MÁS VOTADO

Nota por: Por Ángel Castaño Guzmán
Nota por: Por Ángel Castaño Guzmán

Los ejércitos o el cambio de la novela colombiana

Publicada en 2007, Los ejércitos fue la novela que puso a Evelio Rosero en el radar del gran público lector de América Latina. Tan fue así que el libro quedó en el puesto uno de la consulta de Generación.

Lea la nota completa:

Nota por: Beatriz Mesa Mejía. Periodista y editora. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 2001. Fue directora de Generación.
Nota por: Beatriz Mesa Mejía. Periodista y editora. Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en 2001. Fue directora de Generación.

Piedad Bonnett, una poética de lo cotidiano

Tres obras escritas por Piedad Bonnett están en la selección, convocada por Generación, de los mejores libros de autores colombianos publicados entre enero de 2000 y diciembre de 2024. De poesía y narrativa. De la vida. De su vida. ¿Qué hay en las palabras de esta autora?

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OTROS LIBROS DESTACADOS

UNA LISTA NO ES UNA LISTA

Nota por: Daniela Gómez Saldarriaga
Nota por: Daniela Gómez Saldarriaga

Leer implica crear notas, apuntes de lectura. Aquí presentamos algunas claves para navegar la lista, sin olvidar las ausencias.

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Equipo de trabajo del especial:

- Daniela Gómez (editora y periodista).

- Juan de Frono (poeta y periodista).

- Daniel Rivera Marín (editor general de El Colombiano y Generación).

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