El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rendirá cuentas dentro de los próximos 10 días ante la Asamblea Nacional Constituyente, pese a que la Constitución establece que debe hacerlo cada año ante la Asamblea Nacional (Parlamento), el único poder en manos de la oposición.
El mandatario ya evitó el año pasado pasar por el Parlamento y se presentó entonces ante el mismo Tribunal Supremo de Justicia que anuló todas las facultades del Legislativo después de la victoria por mayoría de la oposición en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.
La Constituyente convocó este viernes a Maduro para que “rinda su memoria y cuenta” a propuesta de la esposa del propio presidente, Cilia Flores, que forma parte de este suprapoder formado íntegramente por oficialistas, instaurado por el chavismo en agosto y que se ha arrogado las funciones legislativas.
Según el artículo 237 de la Constitución, el presidente debe rendir cuentas cada año -”dentro de los diez primeros días siguientes a la instalación de la Asamblea Nacional”- ante el Parlamento.
El Parlamento venezolano fue reducido por el Supremo a un foro puramente simbólico después de la victoria opositora en las pasadas legislativas, al declarar el Tribunal a esta institución “en desacato” por juramentar a tres diputados cuya elección había sido impugnada por la corte.
Pese a que el Parlamento rectificó, y sacó de la Cámara a los tres diputados, el “desacato” continúa hasta ahora.
“Como están en desacato y el presidente Nicolás Maduro quiere cumplir con su obligación del 237, yo propongo ante esta Asamblea Nacional Constituyente que sea convocado el presidente para que (...) rinda su memoria y cuenta a la nación, dentro de los próximos diez días”, dijo Flores.
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