viernes
7 y 9
7 y 9
Lo que empezaron varios padres de familia de Medellín en 1966 con la creación de una alternativa educativa para sus hijos, basada en la convergencia de una formación académica y los principios básicos cristianos, hoy es el colegio bilingüe Gimnasio Los Alcázares.
Académicamente, es un colegio en el top 10 de Antioquia (5) y el top 100 del país (57) del Icfes y ha graduado a más de 43 promociones, con más de 2.000 egresados.
El rector de la institución, Ómar Giraldo Gómez, le contó a EL COLOMBIANO los procesos que mantienen y los que han cambiado en 50 años de trayectoria.
¿Cuál es el legado del Gimnasio Los Alcázares ?
“En los últimos 50 años, el colegio ha entregado a la sociedad egresados con una profunda formación humana, que han trascendido en los ámbitos local, nacional e internacional; que le han servido a la sociedad antioqueña y al pueblo colombiano”.
Ustedes mantienen la educación diferenciada, ¿cuáles son las ventajas que encuentran en este modelo?
“El proyecto educativo de Aspaen (Asociación para la Enseñanza), ha estado fundamentado en tres ideas: la educación integral, personalizada y católica. Cuando hablamos de educación personalizada, nos referimos a dos ideas: la primera, no masificar procesos, para lograr conocer bien a cada estudiante y su familia y así potenciar al máximo sus posibilidades. La segunda, es la diferenciación por sexo. Lo que se busca con este modelo es respetar los momentos de maduración del hombre y la mujer, que son totalmente distintos. No descalificamos la educación mixta, simplemente consideramos que cuando hay estudiantes niños y niñas en espacios distintos, logramos mejores desarrollos en todos sus procesos de formación. El hombre siempre madura más tarde que la mujer en lo físico, sicológico, afectivo y neurológico. Por eso, en ciertos momentos de la vida de los hombres, se presentan dificultades que generan presiones sociales muy fuertes para él y que lo pueden afectar en los estudios”.
¿Cómo involucran a los padres de familia en el proceso académico de sus hijos?
“Estos colegios (los de Aspaen) nacieron bajo un principio esencial y es que los principales y primeros educadores de los niños y jóvenes son sus padres. En honor a eso, nuestras instituciones son promovidas por los mismos padres de familia desde hace más de 50 años. Este es un modelo que se copió de una experiencia en España, donde los padres no estaban plenamente satisfechos con el tipo de educación que recibían sus hijos, entonces empiezan a plantear otro modelo basados en el mensaje del ahora San José María Escrivá de Balaguer. Hoy ya somos más de 80 países en el mundo que tienen este tipo de formación. Es esencial la participación de los padres de familia en el proyecto educativo, los que garantizan que el proceso sea exitoso; es una articulación entre el estudiante, sus padres, los docentes y la estructura administrativa”.
Después de 48 años en
calendario A, ¿por qué
deciden hacer la transición al calendario B?
“Desde hace unos años, otros colegios de Aspaen venían haciendo el cambio. Veíamos que la ciudad todavía no tenía una dinámica que nos favoreciera pasarnos de calendario, pero era una necesidad que teníamos, porque la movilidad entre nuestras propias familias en Colombia se estaba haciendo más difícil y el Gimnasio Los Alcázares también necesitaba alinearse con el bachillerato internacional; también era algo necesario para coincidir con los programas de inmersión en el exterior y con el reclutamiento de profesores extranjeros. Cada vez hay más facilidades de cursar programas de pregrado en otros países y el calendario B nos ayuda a garantizar que los estudiantes lleguen en los tiempos adecuados”.
¿Cómo lo hicieron?
“Fue un proceso que tiene muchos retos, porque hay que garantizar que en 16 meses se cursen dos años escolares, pero sin afectar el proceso académico del colegio; hay que saber equilibrar las cargas de los estudiantes, programar el bolsillo de los padres de familia y no fatigar la labor de los docentes y el personal administrativo. Mi recomendación, para los colegios que también quieran hacer el cambio, es que cuiden mucho el ambiente escolar, que oxigenen los procesos con descansos para evitar desgastes”.
“Desde hace 40 años, Los Alcázares viene con un proyecto social que inició como un nocturno y que hoy es una jornada académica normal, para estudiantes de 6° a 11°. Con este trabajo ya le hemos entregado a la sociedad más de 500 egresados”.