No faltan cinco para las 12 como dice la canción. Faltan dos minutos y medio. Dos minutos y medio para el fin del mundo.
El reloj del día del fin del mundo (Doomsday clock) que se mantiene activo hace 70 años para evaluar las graves amenazas que se ciernen sobre el planeta, fue adelantado 30 segundos. Ahora marca 150 segundos menos de las 12.
No movía su minutero desde 2015, cuando se adelantó un minuto. De hecho, esta década ha avanzado tres minutos y medio.
Es la respuesta a las crecientes amenazas que se ciernen sobre la Tierra por parte del Consejo de Dirección del Boletín de Científicos Atómicos, un cuerpo que tiene la asesoría de 15 premios Nobel.
Pero el motivo para adelantarlo 30 segundos tiene un nombre, a diferencia de otras ocasiones cuando eran eventos o agravamientos de las crisis. Se llama Donald Trump.
Amenazas
Nunca antes se había movido el minutero solo 30 segundos, pero Donald Trump lleva pocos días como presidente y sus declaraciones como candidato y presidente electo han roto todos los precedentes. Ha hablado de expandir el arsenal nuclear de Estados Unidos. No atiende los consejos de expertos sobre seguridad y sus designados para la Agencia de Protección Ambiental y el Departamento de Energía niegan el cambio climático.
Este, con las armas nucleares, son las principales amenazas para el planeta de acuerdo con los científicos atómicos.
En el tema climático, hay menos presión al entrar en vigencia el Acuerdo de París, aunque no se han establecido metas concretas y las emisiones siguen creciendo.
Sobre el tema nuclear, Rusia y Estados Unidos poseen 90 % del arsenal mundial y no se ponen de acuerdo con ciertos temas de diferendos y guerras, como Siria, y modernizan sus fuerzas nucleares.
Estas situaciones amenazantes han sacado a flote una palabra, nacionalismo, en la que se incluye Trump.
Los análisis del Consejo de Directores consideran tendencias amenazantes a largo plazo y nunca habían considerado las declaraciones de una sola persona.
Pero en este caso se conjugan los factores citados, la campaña sucia en Estados Unidos, la injerencia rusa en ella y el modo como actúa el nuevo presidente sin escuchar a sus asesores.
El Boletín de Científicos Atómicos fue creado en 1945, en la Universidad de Chicago, por los científicos que habían ayudado a desarrollar la primera bomba atómica. Dos años después crearon el Reloj del Día Final del Mundo con el imaginario del Apocalipsis (medianoche) y el idioma moderno de la explosión nuclear (conteo hasta cero) para expresar las amenazas a la humanidad y al planeta.
Y poco a poco se ha convertido en un indicador de aceptación mundial.