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Columnistas | PUBLICADO EL 24 julio 2022

Un farallón de lectores

Si Farallón Cultural pudiera pedirle un deseo a la administración municipal de Ciudad Bolívar, sería un local propio para crear una Casa de la Cultura donde puedan tener la biblioteca y hacer actividades culturales.

Por Elbacé Restrepo - elbaceciliarestrepo@yahoo.com

San Bernardo de los Farallones, o Farallón, como le decimos los que venimos de allá, es un corregimiento de Ciudad Bolívar, Antioquia, asentado a los pies de “un león dormido” vigilante y eterno llamado cerro de San Nicolás (el Morro, entre nos), que veneramos.

Este territorio no siempre ha sido ajeno a la violencia que azota a nuestro campo, pero, además de café, caña, yucas y naranjas, también produce noticias bonitas: aquel “Farallón de limones”, que añorara el recordado Diego Calle Restrepo, se está convirtiendo en un Farallón de lectores.

Todo empezó en 2018, cuando seis amigos, entre ellos una profesora que ha servido de puente con el colegio, empezaron a soñar con una biblioteca. Querían contagiar a sus vecinos la pasión por la lectura y hacer eventos que pudieran competirles a las cantinas y a la monotonía por ausencia de actividades para el disfrute del tiempo libre. Así nació Farallón Cultural. Y no habían terminado de concretar la idea cuando ya tenían cientos de títulos en inventario (ahora son miles). ¿Pero qué hacer con ellos? Pues buscarles un lugar adonde pudiera llegar cualquiera, sin más requisitos que querer leer. La capilla les alquiló un pequeño local que ellos llenaron de estanterías. Las estanterías se llenaron de libros, todos donados, y el local se llenó de usuarios que se llevan los libros, los leen y los devuelven. Los niños son los más asiduos. Pero también hay muchos adultos que jamás habían leído y ahora en la lectura encontraron una manera feliz de vivir.

Al principio, la biblioteca tenía horarios muy limitados, anunciados por un parlante comunitario. Grata sorpresa cuando llegaban a abrir la puerta y ya había personas esperando para entrar. Ahora, gracias al trabajo social de algunos estudiantes del colegio, que la atienden, está abierta más tiempo. Además, han puesto una especie de pajarera en la plaza, solo que en vez de plátanos contiene libros. El nombre es obvio y hermoso: Cebadero de Cultura.

Lectura en Voz Alta es un evento entre semana, al anochecer, en un espacio contiguo a la biblioteca que alumbran con velas, en el que se leen cuentos cortos, poesía y escritos de los estudiantes del colegio. Se toman un café, conversan y se van para sus casas con algo nuevo entre ceja y ceja.

Cine al Parque es una actividad para los niños. Con sus propios recursos también compraron un video beam y una tela blanca en la que proyectan películas para ellos una vez al mes, crispetas incluidas y un público cautivo.

Si Farallón Cultural pudiera pedirle un deseo, uno solo, a la administración municipal de Ciudad Bolívar, sería un local propio para crear una Casa de la Cultura donde tener la biblioteca y hacer exposiciones de pintura, charlas y diversas actividades culturales para seguir dándole nuevos y buenos aires al corregimiento.

Ahí le queda la inquietud, señor alcalde. La acogida ya está. Usted tiene la plata. Y también la palabra 

Elbacé Restrepo

Si quiere más información:

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