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Columnistas | PUBLICADO EL 10 noviembre 2020

Frenesí bursátil: la “vida burbuja” cotiza a la baja

Por humberto monterohmontero@larazon.es

Las bolsas de todo el mundo se subieron ayer a la cresta de la ola en un arreón de optimismo ante el anuncio de los laboratorios Pfizer de que su vacuna funciona al 90 %. El Dow Jones Industriales, el principal indicador de Wall Street, se disparó en la sesión de ayer siguiendo la estela de los mercados europeos con los valores más deprimidos descorchando champagne. Los títulos ligados a la “vida exterior”, el turismo, los hoteles, la restauración y el ocio se dieron un atracón. Así, American Airlines subía en el arranque un 15 %, la cadena de cruceros Carnival se despendoló un 32 %) y la hotelera MGM se revalorizó un 16 %.

Por contra, se resintieron los valores asociados a los confinamientos, como la firma de videoconferencia Zoom (-16 %), la de contenidos por “streaming” Netflix (-6,5 %), la de bicicletas estáticas conectadas a internet Peloton (-20 %) o el gigante del comercio electrónico Amazon (-3,3 %). La vida encapsulada cotiza a la baja y todas las empresas “indoor” vieron lastrada su cotización para alivio de quienes amamos el aire y el sol, y odiamos que haya un techo sobre nuestras cabezas, y para zozobra de los “vampiros” devora series, “gamers” y demás comepolvos nigromantes que tan plácidamente llevan los encierros en casa.

El subidón seguía a una semana de euforia por el triunfo electoral del ya presidente electo Joe Biden este fin de semana.

La bolsa neoyorquina no se quedó sola. Horas antes de su apertura, el Ibex 35, el indicador selectivo español, se anotó el mayor incremento en 10 años en una única sesión tras avanzar un 8,6 % intradía y rozar los 7.500 puntos cuando al inicio de la sesión estaba por debajo de los 7.000 enteros. De nuevo ganaron los más perjudicados por el virus. La hotelera Meliá, una de las más grandes del mundo, se apreció nada menos que un 37 %, IAG (matriz de Iberia, British Airways y otras tantas aerolíneas) lo hizo un 26 %). Los grandes bancos se frotaron los ojos con alzas cercanas al 20 %.

El Dax alemán, el Footsie inglés y el CAC francés subieron casi un 5 %. No les aburriré con más datos bursátiles. Solo la bolsa de Milán se quedó algo rezagada y quizá hizo bien. Me explico.

Aunque todos estamos deseando bailar la conga bien amarraditos estas Navidades, el anuncio de Pfizer no implica que el virus vaya a desaparecer de la mañana a la noche. Será un proceso lento y no llegará por igual a todas las partes del mundo. De nuevo, los países con más recursos dispondrán antes del remedio.

Aun así, es hora de mostrarse optimistas, con mucha cautela. El mundo no ha desaparecido y la especie humana, por muy voraz que sea, parece capaz de salir de esta con un grado de madurez nunca visto hasta la fecha. Sin guerras ni grandes algaradas. Quizá no somos tan necios ni nocivos como los “neomaltusianos” proclaman. Quizá nuestro espíritu de rebelión innata ante el infortunado destino sea el diapasón que el universo necesita entre tanto caos y nuestro deseo de supervivencia haga latir al cosmos. Y, a lo mejor, va siendo hora de sonreír entre tanta desgracia y de dar gracias a Dios por cada segundo. Porque, si lo vivimos, es un puro milagro y un ejercicio de equilibrismo a kilómetros del suelo. Y, solo quizá, sea hora de volver a invertir en bolsa y de hacer circular la banca de nuevo.

Humberto Montero

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