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Columnistas | PUBLICADO EL 14 julio 2020

EPM

Por juan Camilo Quinterojuanquinterocti@gmail.com

Hace unos años fui delegado por Aníbal Gaviria para traer a Medellín la sede del Foro Urbano Mundial. En una de las conversaciones con Joan Clos, director de Onu Habitat para la época, afirmó: “EPM es un oasis en medio de tanta privatización de empresas públicas en el mundo entero”. La verdad, esas palabras me llenaron de orgullo al ver que nos reconocían a los antioqueños haber creado, sostenido y crecido, una gran empresa pública modelo para el mundo. No es para menos, basta con mirar el billón de pesos promedio que anualmente transfiere “la joya de la corona” a la Alcaldía, para engrosar el presupuesto de libre destinación que permita cumplir con los planes de desarrollo de la ciudad.

EPM es el claro ejemplo de una empresa con profesionales idóneos, que remunera bien a sus empleados, que a pesar de ser pública hoy día es un modelo empresarial, un verdadero patrimonio que todos los antioqueños, que hemos sabido blindarla ante el menor asomo de privatización y/o corrupción.

La concepción de negocio de EPM desde sus inicios no ha variado. Su foco en servicios públicos, de calidad, le han generado el reconocimiento nacional e internacional, basta con revisar lo que puede padecer una familia o empresa por cortes de energía o agua para entender la dimensión e importancia de EPM.

Y aunque pocos se han atrevido a plantear adyacencias de innovación en la empresa, asociadas a sus focos de negocios, y la empresa parece siempre moverse en niveles de innovación incrementales asociados a los negocios actuales, en lo personal considero que EPM puede tener en su portafolio de innovaciones, proyectos de Horizonte 2 y por qué no, de Horizonte 3 que le permitan habilitar la sostenibilidad en el largo plazo. Si bien la curva tecnológica en energía y agua es relativamente larga, claramente en un mundo de disrupción y aceleración de las tecnologías como nunca, se hace necesario que EPM ponga a rodar sus horizontes de innovación con mayor fuerza y decisión.

Hace unos días el alcalde Daniel Quintero pidió facultades para modificar el objeto de la compañía. Solicitud que, a decir verdad, no cayó bien a mi juicio por dos razones: la primera, el inoportuno momento para lanzar la propuesta, y la segunda, la forma como se hizo. Esto es, solicitar facultades para intervenir el futuro estratégico de una empresa de este nivel y con millones de dueños, en plena pandemia y sin socializar, es sin duda inconveniente. Comparto que se revise la estrategia y escenarios de la empresa, pero ante el Concejo de la ciudad, y por qué no, con un grupo de notables expertos independientes que acompañen a la junta. La idea es que analicen el modelo de negocio, la estrategia de innovación, el benchmark de las áreas en las que se quiere entrar, la vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva de los productos, servicios, aliados, pares dominantes de la tecnología. En fin, un dossier de puntos que se deben discutir y presentar de manera abierta a los ciudadanos-accionistas de esta gran empresa.

Creo que el debate se debe dar, no solamente en nuevos productos y servicios sino también en qué nuevas geografías se va a crecer. Respaldo totalmente discutir el futuro de EPM pero sin facultades absolutas. El futuro de la empresa es responsabilidad de todos

P. D: el Concejo de la ciudad deberá estar a la altura y conocimiento para afrontar esta enorme responsabilidad.

Juan Camilo Quintero

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