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El anuncio fue hecho en la ayer por el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, en una entrevista con Blu Radio, en la que aseguró que la enajenación de una parte de Ecopetrol ya está autorizada desde el Congreso “obviamente, toca discutir el tema con el señor presidente de la República, pero esos recursos están aprobados. Esa operación está aprobada”, declaró Carrasquilla.
El Estado es hoy accionista mayoritario, tiene el 88,49 % de las acciones de la petrolera. En caso de salir del 8,49 % planteado por Carrasquilla, el país no perdería ese rótulo. De hecho, entrarían cerca de 10 billones de pesos (ver Antecedentes).
El Ministro dijo que la idea de proponer una venta de esa magnitud supone una solución ante la necesidad de recuperar al menos 7 billones de pesos que quedaron faltando tras la aprobación de la reforma tributaria que en principio buscaba recaudar 14 billones, y que solo lograría la mitad con los ajustes.
Muchos no quedaron contentos con el anuncio, pues a pesar de que pueda ser un salvavidas que ayude a encontrar parte de ese dinero —que se utilizaría para el mantenimiento de algunos programas sociales— voces como la del expresidente de Ecopetrol, Carlos Rodado Noriega, dejan constancia de que puede ser una mala idea.
“Se debe mirar con preocupación que los desajustes se solventen vendiendo participaciones importantes en empresas tan destacadas”, aseguró Rodado, quien también se refiere a que el sector petrolero es importante para los intereses económicos del país, y que debe dársele prioridad.
Más que certezas el sector de hidrocarburos ha generado incertidumbre. A pesar de que entidades financieras como Morgan Stanley preveían un barril de petróleo que llegaba a máximos de 90 dólares en 2018, su valor se desplomó hasta rozar los 50.
“No se puede prever con facilidad cuál será el movimiento de ese precio. Es un pronóstico azaroso que termina por impactar considerablemente en la racionalidad de los negocios”, dijo Rodado.
Si se llegara a vender ese porcentaje de participación el Estado vería mermado el dinero que Ecopetrol le entrega. Para el tercer trimestre de 2018, la firma creció 179 %, sólo en términos de utilidades, a 8,9 billones de pesos (en parte jalonadas por un precio promedio del barril superior a 65 dólares).
“Es una maniobra válida más si se tiene en cuenta que el país necesita los recursos que este Gobierno no pudo conseguir. Era un anuncio cantado, y al final termina siendo un tapa huecos”, dijo José Roberto Acosta, profesor de economía del Cesa.
Para Acosta la movida será fructífera si se garantiza que esos recursos sanearán en parte la deficiencia que se tiene y “que no serán utilizados para pagar favores políticos de cara a las próximas elecciones” .