El Astor le quita 2 puntos de dulce a la capital paisa

La repostería clausuró locales en El Poblado y Laureles por restricciones de covid-19. Busca seguir en el mercado.

El punto de El Poblado fue uno de los que cerró. En la foto, algunos empleados que serán reubicados. El tradicional salón de Junín está habilitado para recoger productos. FOTO Edwin Bustamante

En 1930 mediante aviso publicado en EL COLOMBIANO se anunciaba: “El sábado 8 de agosto se dará al servicio el salón de té Astor y almacén de confitería y pastelería suiza. Situado en la carrera de Junín Nro 147. Frente al Club Unión”.

De este modo, el suizo Enrique Baer quien había llegado a Medellín a trabajar como técnico pastelero en una fábrica de chocolates, y su esposa Anny Gippert dieron inicio a un negocio que hoy es un referente de la ciudad, por su tradición y ubicación en zona céntrica y comercial.

El lunes, a través de la red social Facebook y con casi 90 años de existencia la empresa informó el cierre de dos de sus ocho expendios: “Teniendo en cuenta la situación por la que atravesamos como empresa y como sociedad, debemos adaptarnos y reinventarnos para garantizar que ustedes sigan disfrutando nuestros productos y servicios de la mejor manera. Si bien los puntos de venta de Laureles y El Poblado no abrirán de nuevo sus puertas, los esperamos en nuestros otros puntos de venta, que en el momento están habilitados solamente para recoger productos para llevar”.

Adaptación

Natalia Vélez, directora Comercial de la empresa, explicó que el cierre de estos dos puntos de venta se decidió la semana anterior. “Estas son determinaciones que se ajustan a la realidad actual. Sabemos que los salones no podrán operar normalmente por mucho tiempo, entonces hemos tenido que repensarnos y mirar otras maneras de llegarles a los clientes”.

La repostería que según la Superintendencia de Sociedades contabilizó ventas en 2018 por 11.999 millones de pesos, ha observado durante el periodo de emergencia una reducción de entre un 80 % y un 85 % de los ingresos, pese a haber fortalecido el canal de domicilios y el lanzamiento de una tienda virtual.

“Lo que queremos es perdurar en el tiempo y en ocasiones es necesario recogernos un poco y recobrar fuerzas “, añadió Vélez, quien indicó que los locales estaban en arrendamiento y fueron entregados a sus propietarios, mientras se revisan las posibilidades de reubicar en otras tareas a los cerca de 16 empleados que prestaban sus servicios en esas sedes.

Frente a los mecanismos de ayuda diseñados por el Gobierno para apoyar a las empresas manifestó que algunos han sido acogidos por el Astor, que labora en 5 puntos de venta (el del aeropuerto José María Córdoba no está habilitado) con 170 personas.

Impacto contundente

La decisión del Astor encaja con las conclusiones del análisis que el viernes publicaron el gremio de los comerciantes (Fenalco Antioquia) y el Grupo de Macroeconomía Aplicada de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia, sobre los efectos del coronavirus en el departamento (ver Paréntesis).

Según el reporte, entre las principales dificultades que han experimentado los comerciantes para la reapertura son la incertidumbre económica (61 %), la iliquidez (52 %) y un 23 % considera altamente probable el cierre definitivo.

Aunque no se trata de un cese total de operaciones, el caso demuestra que los empresarios están teniendo que adoptar medidas drásticas para mantener a flote los establecimientos y para no comprometer sus patrimonios personales, comentó Federico Miranda, presidente de la junta directiva del Tour Gastronómico de Medellín.

A su turno, Lina Vélez, presidente de la Cámara de Comercio de Medellín, expresó que compañías como el Astor que atienden público en sus establecimientos están muy afectados y el modelo de venta a domicilio solo llega a un 40 % de la facturación normal.

“Creo que en la medida en que vaya avanzando la reapertura se irá ajustando la oferta y la demanda. Pero con cierres como este se pierde un pedacito del alma, pues los moritos hacen parte de nuestra cultura. Cada negocio tiene su realidad y es necesario comprenderla para entender las decisiones que se toman”, concluyó.