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En un mercado cada vez más competido las pequeñas, medianas y grandes empresas deben implementar medidas para modernizar sus procesos y así lograr perdurar en el tiempo. Con esto no solo lograrán aumentar su productividad al reducir costos, sino que aumentarán su competitividad.
La inversión en tecnología para implementar energías renovables, modernizar equipos de trabajo, capacitar constantemente a los empleados que hacen parte de la organización, la formalización de las pymes, entre otras, son medidas necesarias que se deben impulsar y fortalecer para que el país aumente en productividad.
El año pasado en Colombia la productividad total de los factores (PTF) creció 0,52 %, una cifra que presenta por primera vez en cuatro años un valor positivo, pues en 2017 cerró en -0,24 %, en 2016 -0,6 y en 2015 -0,5 %.
Una de las apuestas del Gobierno actual es, de hecho, hacer que la competitividad empresarial aumente, ya que esto es un factor que evalúa constantemente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), y Colombia ya es país miembro (ver Paréntesis).
El Gobierno ofrece programas como las Fábricas de Productividad (PTP) a través del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT), una estrategia que busca aumentar la eficiencia de las corporaciones para impactar el crecimiento económico del país.
“El programa busca que las pequeñas, medianas y grandes empresas que hacen parte de los sectores de manufacturas, agroindustria y servicios, mejoren sus indicadores de rentabilidad y eleven su capacidad para competir dentro y fuera del país”, dice José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo.
Para que su empresa haga parte del programa es necesario postularla. Una vez ingresa a la base de datos del Ministerio, se realiza un diagnóstico y recibirá asistencia técnica de parte de profesionales especializados en la mejora de procesos (tiempos y costos de aprovisionamiento, producción y entrega), productividad laboral (eficiencia de los trabajadores y en el uso de las máquinas), eficiencia energética (ahorro en el consumo de energía); estrategia y fortalecimiento comercial (definición de un modelo de negocio eficaz) y calidad (impulsar su internacionalización).
Adicionalmente, acompañan en una asistencia en la capacitación de los trabajadores, que traduce en gestión del talento humano.
Bancoldex cuenta con un crédito para aumentar la productividad de las pymes de todos los sectores económicos y tiene un cupo máximo de hasta 3.000 millones de pesos por empresa. Se espera que a través de inversiones que apunten a la modernización de maquinaria y la reconvención tecnológica las compañías incrementen en estos indicadores.
Otro programa es el de Mega-i de INNpulsa, entidad que hace parte del MinCIT, y que selecciona a 90 empresas que parten de reconocer la necesidad de escapar de la zona de confort de sus modelos y actividades tradicionales de negocio, para crear valor a partir de nuevos desafíos empresariales.
“Las empresas del país deben entender que nos enfrentamos a un mundo volátil, incierto y complejo, donde el mayor riesgo de fracasar surge en el temor de reinventarse y de alejarse de ese status quo que con tanto esfuerzo han construido a través de los años. Nuestro programa Megai los reta a ver más allá y descubrir el potencial de la innovación y el emprendimiento dentro de sus equipos”, explicó Ignacio Gaitán, gerente de INNpulsa.