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Lo que antes era prenda de garantía para hacer más negocios en el país ahora pasó factura y le hizo perder posiciones en competitividad.
Se trata del pilar ambiente macroeconómico, que pasó del puesto 53 el año pasado al 62 por la inestabilidad, según el Foro Económico Mundial (FEM).
A esto se suman altos niveles de corrupción, principalmente por empresas, seguramente por el caso Odebrecht.
Elementos como estos hicieron que Colombia retrocediera cinco puestos en el escalafón global, hasta el puesto 66 entre 137 países.
Específicamente, el FEM reveló que el país retrocedió en nueve de los doce pilares analizados. Solo mejoró dos puestos en el pilar de salud y educación primaria, al ubicarse en el lugar 88. El año pasado fue 90.
En educación superior y formación ganó cuatro puestos, pasó del 70 al 66.
El otro elemento positivo fue en el pilar de innovación, al pasar del puesto 79 al 73. Fue donde más avanzó.
Precisamente, “se notan las inversiones en ciencia, tecnología e innovación de empresas, así como las diferentes estrategias privadas y públicas para incentivar esta inversión”, comentó Saúl Pineda Hoyos, director del Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas de la Universidad del Rosario.
Sin embargo, el investigador advirtió que en los 12 años de evaluación competitiva del FEM, el país ha caído 79 puestos en comportamiento ético de las empresas. Esto evidencia la problemática que se tiene en corrupción y el desafío para los próximos años.
De hecho en el pilar de instituciones el país ocupó el lugar 117. Adicionalmente, se creía que con el proceso de paz ya se afectaría positivamente el indicador de crimen y robo, por ejemplo, pero también se retrocedió allí.
Otro factor negativo fue la eficiencia de mercado, al ocupar el puesto 102 (ver gráfico).
A pesar de esto, el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Luis Fernando Mejía, manifestó que el retroceso de Colombia significa que otros países hicieron mejor la tarea, aunque resalta que el país sigue siendo la quinta economía de Latinoamérica. “Para avanzar en la agenda de productividad y competitividad la idea es ser en el año 2030 la tercera economía de la región y para lograrlo es necesario trabajar en varias dimensiones”, apuntó.
Por ejemplo, la infraestructura es uno de estos puntos de rezago, por lo que el funcionario confía en el desarrollo de las vías de cuarta generación (4G).
Otro componente tiene que ver con los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), que si bien corresponden a las autoridades locales, requieren solidez y fundamentación para impulsar la competitividad. “El 81 % de los POT están desactualizados y estamos trabajando en la elaboración de planes con altos estándares”, añadió.
Entre los países de América Latina y el Caribe más destacados por el FEM se destaca Chile en el puesto 33 (primero de la región), el avance de Costa Rica, que pasa de la posición 54 a la 47 al escalar siete puestos, y desplaza a Panamá al tercer lugar en el ranquin regional.