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Comfamiliar Camacol estudia fusión con otra caja para evitar su liquidación
Luego de cinco años la entidad volvió a generar excedentes, $70 millones.
En este 2022 avanza en un plan de inversiones por $3.500 millones.
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Esteban Gallego, director de Comfamiliar Camacol, destacó que en 2021 la caja obtuviera excedentes por $70 millones. FOTO Julio César Herrera
11 de abril de 2022
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Inmersa en un proceso de intervención por parte de la Superintendencia del Subsidio Familiar (Supersubsidio) desde noviembre de 2019, la caja de compensación Comfamiliar Camacol terminó el año anterior con unos indicadores favorables, lo que se traduce en que su operación arrojó remanentes por $70 millones, cifra que no se obtenía desde hacía cinco años.
El director de la entidad, Esteban Gallego, sostuvo que actualmente la caja es atractiva en activos, unos $47.000 millones, y está en un punto financiero que puede interesar a cualquier organización porque no tiene deudas.
La perspectiva es tan positiva que la caja emprendió un plan de inversiones estratégicas a largo plazo, como la ejecución de un proyecto de turismo social en Coveñas, en asocio con la Caja de Compensación Familiar de Barrancabermeja (Cafaba), que demandará unos $4.000 millones.
Analizando opciones
A pesar de observar indicadores económicos saludables y tener planes de inversión en marcha, Gallego advirtió que el modelo del subsidio familiar es muy complejo, en particular para las cajas pequeñas como Comfamiliar Camacol que tiene 1.074 empresas y 13.477 trabajadores afiliados.
“Entendemos perfectamente desde el análisis financiero, estratégico y técnico que nosotros tenemos que juntarnos con las otras dos cajas de Antioquia (Comfenalco y Comfama)”, expresó el directivo, al precisar que la asamblea de afiliados del año pasado autorizó explorar la posible fusión con alguna de esas entidades regionales.
Sobre el avance de esa alternativa, el director de Comfamiliar Camacol manifestó que ya se han adelantado los acercamientos con esas dos cajas, exponiendo los pro y contra de una eventual fusión, pero la decisión deberá adoptarla la asamblea (ver Para saber más).
Desde la Supersubsidio se indicó que Comfamiliar Camacol ha venido adelantando varios acercamientos con los directores de Comfama y Comfenalco en Antioquia, con el objetivo de obtener propuestas concretas respecto a una posible fusión con alguna de estas dos cajas.
“La situación debe ser presentada a la asamblea de las cajas para su respectiva aprobación. En cuanto a la intervención a la que está sometida la caja, se han realizado las actividades tendientes al cumplimiento del Plan de Mejoramiento atendiendo también los imprevistos que se presentaron por la pandemia y que afectaron el mercado laboral”, anotaron las fuentes de la superintendencia consultadas por este diario.
A su turno, el director de Comfenalco, Jorge Alejandro Gómez, confirmó que esta entidad recibió una invitación de Comfamiliar Camacol para que expresara su potencial interés ante el escenario de una futura fusión.
“Recibimos un oficio en el que se nos indicó que por mandato de la asamblea de afiliados del año anterior se busca explorar esa opción. Habrá que adelantar un proceso juicioso de debida diligencia para que la asamblea de afiliados adopte una determinación”, comentó.
Ajustes al esquema
Desde la óptica de Gallego el sistema del subsidio familiar urge modificaciones, para que la cajas pequeñas como Comfamiliar Camacol logren un equilibrio.
“Creo que el mercado está saturado, en términos de que ya no existen tantas empresas para ser captadas por las cajas. Entonces, las entidades más grandes se vuelven más fuertes para generar opciones más tentativas para los nuevos emprendimientos productivos, mientras las más pequeñas se van quedando atrás”, expresó el directivo.
En ese escenario, ejemplificó que Comfamiliar Camacol está descompensada, pues por cada trabajador afiliado que gana el salario mínimo, un millón de pesos, la caja recibe $40.000.
“Si ese empleado tiene tres hijos, nos toca devolverle en cuotas monetarias unos $132.000, lo que nos genera una descompensación y serias dificultades”, precisó Gallego, quien resaltó que casi el 90% de los trabajadores afiliados tiene derecho a la cuota.
Y pese a que el modelo del subsidio familiar obliga a las cajas grandes a transferirles excedentes a las cajas pequeñas para equilibrar las cuentas, en la práctica lo que se recibe no es suficiente.
Iniciativas
Mientras se toma la definición de fusionar a Comfamiliar Camacol con otra caja y se conocen las ideas en la asamblea de afiliados prevista para el 28 de junio, la intención de Gallego es avanzar en una serie de propuestas en favor de sus 28.383 beneficiarios, para lo que se destinarían alrededor de $3.500 millones.
Del plan hace parte la adecuación de un espacio educativo, cultural y deportivo en zona céntrica de Apartadó, en la zona agroindustrial de Urabá, lo que demandaría recursos por $1.300 millones.
Otro de los propósitos es entregar unos 15 subsidios de vivienda a igual número de familias, pero se espera la expedición de un decreto del Gobierno que permita disponer de los recursos de la llamada “bolsa de segunda prioridad” que estaba congelada y dispone de unos $22 billones.
De entregarse estos recursos entre las distintas cajas de compensación familiar, Comfamiliar Camacol podría distribuir unos 100 subsidios de vivienda mensuales, durante siete meses, lo que le daría impulso al acceso de casa propia a los afiliados a la caja.
Igualmente, el plan de trabajo 2022-2023 tiene como objetivo triplicar el número de empresas afiliadas pasando de 1.074 a más de 3.200. En ese sentido la caja incursionó en Yondó, en el Magdalena Medio, donde ya logró la vinculación de los empleados de la alcaldía y espera la incorporación de los colaboradores de algunas organizaciones del sector petrolero, localizadas en esa región
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