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¿Cuánto confían los consumidores en los empresarios?

En los últimos años, las compañías han pagado 118,5 billones de pesos en impuestos al año: Dian.

  • En los últimos años, las compañías han pagado 118,5 billones de pesos en impuestos al año: Dian. FOTO STOCKUP
    En los últimos años, las compañías han pagado 118,5 billones de pesos en impuestos al año: Dian. FOTO STOCKUP
Un camino para confiar en los empresarios
23 de mayo de 2019
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Una encuesta dejó muy preocupados a los empresarios de Colombia. Solo 16 % de las personas que participaron confían bastante o totalmente en ellos. No es diferente en Antioquia, al menos, para los cinco municipios mediados por el conflicto, incluidos en la medición, y su capital, Medellín: Ituango, Briceño, San Carlos, Apartadó y Turbo.

¿De dónde sale el indicador? Del Instrumento de Medición de Reconciliación (IMR), encuesta realizada por USAID y ACDI/VOCA para medir la percepción de la reconciliación, la disposición que tiene el país para ella, qué tan cercana está la sociedad para esto y comprender qué oportunidades hay para lograrla.

La percepción contrasta con lo que las empresas consideran aportan a la sociedad. Solo en impuestos pagan en promedio 118,5 billones de pesos al año, según la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian).

La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) sostiene que las 1.300 empresas afiliadas generan la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) del país, y si se cuenta con la Asociación Colombiana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), esta asegura que emplea 80 % de la población, genera el 40 % del PIB y compone la mayoría del tejido empresarial.

Además, hay muestras de su aporte social a través de cifras como la proporcionada por Fundación Fenalco Solidario que reportó que el año pasado, al menos, 600 empresas registraron una inversión de 1.300 millones de pesos “en diferentes prácticas de Responsabilidad Social Empresarial”, y la Fundación Andi había divulgado que 500 empresas vinculadas a la organización generaban inversiones de al menos 2,4 billones de pesos (2017) en proyectos sociales.

En este entorno, se le preguntó a las personas por los diferentes actores y de los que se tiene una mejor percepción son: la Iglesia, el Ejército y la Policía. No pasa así en el sector privado.

Análisis del fenómeno

Aunque no hay una respuesta concluyente hay algunas hipótesis de qué está pasando. Ricardo Amaya, director del Programa para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA, sostiene que “la confianza puede estar relacionada en unos casos en prevención, en conceptos equivocados o incompletos del papel que cumplen las empresas, en noticias sobre hechos negativos y las distancias que existen entre las dos colombias”.

Incluso al preguntarles a los empresarios sobre su papel en la reconciliación se denota una desconexión entre lo que consideran ha hecho el sector privado y lo que muestra la encuesta.

Para Amaya esto puede deberse a “razones macroeconómicas que superan las iniciativas individuales o gremiales que buscan contribuir positivamente a la sociedad colombiana”, y en entornos en los que los empresarios se “ven estigmatizados como responsables”, una realidad que corresponde a varios actores.

Otra explicación es que puede haber faltado “visibilización del trabajo de los empresarios en el campo social, o como actores que demuestren su interés en trabajar a favor de la paz y de la lucha contra la pobreza”.

Camilo González, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), tiene otro acercamiento. Sostiene que los municipios priorizados en la medición cargan con “una historia de disputa violenta por recursos, tierra, agua, minerales, maderas, bosques y todo tipo de acciones”; así que muchas veces hay una prevención resultado de su experiencia, que vive en la memoria de las comunidades y que se relaciona con acciones como desplazamiento y desalojo.

Mientras para el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, es natural “que no haya existido mayor relación entre el empresariado formal y esas zonas dado que también este ha sido desplazado por la violencia, pero ahora, es tarea nuestra trabajar con ellos, en inclusión, productiva y social”.

En este punto también sorprende que Medellín como centro urbano tenga una opinión que no favorece la confianza, con solo 8 % del lado de los empresarios.

En lo urbano, una de las explicaciones es que la letra chiquita ha generado desconfianza en la relación entre empresarios y consumidores; así como la falta de veracidad en algunas promesas publicitarias, según lo analiza el profesor Carlos Eduardo Méndez, investigador del área de organizaciones de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario.

Así, dice: “esto es resultado de las percepciones individuales que se generalizan por el voz a voz porque se le cree a quien tuvo la experiencia, lo que se multiplica con las redes sociales”.

¿Qué dicen las empresas?

La idea de la encuesta más allá de quedarse en la desconfianza es partir de esto para transformar. En ella también 41 % de las personas considera que los empresarios tienen una responsabilidad bastante o total en la reconstrucción de la verdad y memoria de lo sucedido en el conflicto e, incluso, en la Región Andina, a la que pertenecen Antioquia y otros diez territorios, el indicador sube a 45 %.

También hay una visión positiva: 28 % de los encuestados consideran que la tarea de los empresarios en avanzar en la reconciliación es buena o muy buena y en la Región Andina el indicador llega a 27 %.

Mac Master pide que se le dé al sector privado “la oportunidad de trabajar conjuntamente y de acompañarlos en procesos de inclusión productiva y social”.

De hecho, la misma organización tiene el programa en el que se busca implementar acciones concretas de encadenamientos productivos, empleo, distribución y compras con sociedades mediadas por el conflicto para apalancar su desarrollo en una relación de “gana a gana”.

Dice el presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora, que el sector privado tiene “un papel de liderazgo clave en el país, por eso debemos aportar en la creación de un marco institucional que incentive la confianza basada en la ética, la transparencia y el cumplimiento de las normas”.

En ese camino, el presidente de Celsia, Ricardo Sierra, considera necesario que las empresas desarrollen su trabajo responsablemente, compensen sus impactos mientras mejoran la calidad de vida de sus colaboradores y generan experiencias innovadoras, económicamente viables y sostenibles para estar “en el corazón de sus grupos de interés e inspirar confianza” (ver Opinión).

Al final, Carlos Mario Giraldo, presidente de Grupo Éxito, dijo: “La confianza es todos los días más exigente y difícil de lograr. La gente es más demandante, crítica y la amplificación de las redes sociales lo hace cada vez más retador”, pero “los países en los que la gente cree en la empresa privada y su defensa tienen los mayores índices de crecimiento, y de bienestar social”.

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