Han pasado tres días tras el cruento ataque con un camión a una muchedumbre en pleno centro de Berlín, y el perpetrador de la matanza aún no es capturado por las autoridades alemanas. Entre más pasan las horas y los días, más costo político tiene la mandataria del país, Angela Merkel, ocho meses antes de las elecciones federales, cruciales para evitar que una nación calificada como bastión democrático en Occidente sucumba —como otras— ante los populismos ultranacionalistas.
De hecho, la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), busca a una persona que no fue la inicialmente capturada por la Policía de Berlín como sospechosa de ejecutar el atentado. El paquistaní Nawed B., de 23 años, ya fue liberado por las autoridades, tras dos días de interrogatorio.
Ahora los agentes le siguen la pista al tunecino Anis A., de 24 años. Según la revista Der Spiegel, este fue identificado por un documento que fue hallado en el suelo de la cabina del camión con el que se realizó el ataque, junto al cadáver del polaco Lukasz Urban, conductor a quien el perpetrador robó el vehículo y a quien mató con arma de fuego antes de huir, según la pesquisa policial.
Concretamente, los efectivos encontraron un documento oficial que sirve para permitirle a un refugiado permanecer en el país hasta que se resuelva su solicitud de asilo, y que figuraba a su nombre.
Los entes de seguridad alemanes enfocan su investigación en los estados de Renania del Norte - Westfalia y Baja Sajonia. Hay constancia de que residió allí e incluso estuvo bajo custodia policial. En Renania del Norte - Westfalia no solo le fue expedido un documento de extranjería y un permiso de residencia con nombre falso, sino que además tuvo contacto con la red del yihadista “Abu Walaa”.
El pasado 8 de noviembre, las autoridades detuvieron, en distintos operativos realizados en ambos estados, a cinco miembros de la célula yihadista, entre ellos al predicador iraquí de 32 años Ahmad A. Abelaziz, alias “Abu Walaa”. Un excombatiente del EI, Anil O., capturado en la misma operación, dio pistas sobre el terrorista tunecino.
De hecho, el sospechoso ya había sido detenido en agosto en Friedrichshafen, al sur del país, con los documentos falsos cuando se dirigía a Italia, pero fue liberado días después por un juez.
Costo para Merkel
Más allá de los detalles de la pesquisa y la célula terrorista a la que presuntamente pertenece el sospechoso, en Alemania hay incertidumbre respecto a las consecuencias políticas que podría tener este ataque en el corazón del país y a ocho meses de que se realicen las elecciones federales.
En diálogo con EL COLOMBIANO, John Marulanda, consultor internacional en seguridad y defensa, consideró que “sin duda todo esto tiene unos efectos políticos serios contra Angela Merkel. Se podría dar un viraje del país a la derecha, ya que lo que esta coyuntura alimenta es la islamofobia y el ultranacionalismo, tal como ya se ha visto en Francia e Inglaterra. Se están proponiendo medidas más drásticas contra la inmigración ilegal y este discurso avanza en sectores con temor ante dicho colectivo”, explicó.
Desde el año pasado la populista y ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) mostró notables avances en elecciones estatales, concretamente en Legislativos como el de Mecklemburgo-Antepomerania (segunda fuerza política), Sajonia-Anhalt, Baden-Württemberg y Renania Palatinado (tercera). “Hay una gran polémica nacional ante la presencia de muchos refugiados, que han sido bienvenidos por Merkel durante años”, agregó Marulanda.
Para el imam Julián Zapata, cofundador del Centro Cultural Islámico, el principal error de la canciller y de otros líderes europeos fue “no estudiar a fondo los orígenes, pertenencia a sectas religiosas e ideas políticas de los inmigrantes. Es una comprensión simplista, que subestimó el avance del salafismo en la UE. Europa no escuchó a los estudiosos del Islam y de este fenómeno. El salafismo infiltró a sus sociedades y por tanto la lucha contra el terrorismo islámico está fracasando”.
Regístrate al newsletter