Cinco años. Ese fue el tiempo que estuvo Rosalba González Guzmán desarrollando una bañera portátil.
Puso en ello, además de su empeño e ingenio, más de 20 años de experiencia como enfermera, bañando pacientes postrados en las camas.
"No es una tarea fácil. Llevarlos a la ducha es difícil y uno está más pendiente de que el paciente no se vaya a caer que en la misma limpieza", recuerda ella, a quien le tocó en más de una ocasión esa dispendiosa tarea.
Denominó a su invención Tina Ducha Practi Salud y con ésta ganó el premio Innova como microempresaria de Colombia, fue galardonada por la Presidencia de la República y recibió Mención de Honor del Sena como primer invento de salud.
Y en esencia, se trata de una bañera que se puede "instalar" en cualquier cama, incluso estando el paciente en ella. "Solo hay que extenderla y ladear a la persona, sin necesidad de levantarla, para que quede dentro de la tina", explica la enfermera.
Extendiendo el baño
En un par de minutos la bañera está armada y con una manguera se puede conectar a cualquier llave del agua y listo, tener un baño para aquellos pacientes que no pueden levantarse de la cama.
"En lo que pensé fue en la calidad de vida de ellos. No se imagina lo que una persona que tiene que estar siempre acostada añora un baño como debe de ser y no con paños húmedos", opina la enfermera.
También sirve, agrega el médico Luis Ángel Triviño, que trabaja con Rosalba en la comercialización del producto, que esta tina se puede usar para hidroterapias, masajes de recuperación y hasta partos en el agua.
"Sacar este proyecto adelante fue muy difícil. Hay que trabajar mucho y el apoyo es poco, pero ya está patentado y en marcha", comenta la enfermera, oriunda de La Vega, Cundinamarca.
Una pequeña piscina
La bañera mide dos metros por 40 centímetros y tiene capacidad para 25 litros de agua.
Tiene, además, su propio desagüe, lo que hace sencilla la tarea de vaciarla y eliminar el agua usada para el baño del paciente.
Está fabricada en una tela impermeabilizada y texturizada. "Tuvimos que evitar el plástico, porque podía resultar muy agresivo para la piel de los pacientes", comenta Triviño.
El baño en la cama, además, le permite a las enfermeras o a los cuidadores del paciente, revisarlo mejor, para ver si hay ulceraciones o lesiones que suelen pasarse por alto cuando la persona se lleva al baño. "Ahora uno está pendiente de la persona y de su estado y no de la mecánica de la ducha", concluye Rosalba.
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