Cada vez somos más viejos y no estamos hablando del tan natural como inexorable paso del tiempo, sino de un fenómeno social que se está presentando en el mundo entero, con más énfasis en unos países que en otros: la población envejece.
Colombia no escapa a esta tendencia. Los habitantes de más de 60 años, son más numerosos y constituyen ya un rango etario equivalente al 10 por ciento del total de la población. El país aún está dentro de la media mundial.
Sin embargo, un estudio revelado por la Gobernación de Antioquia, sobre la base de un Diagnóstico de la Salud, muestra que este departamento está entre las regiones del país donde la proporción de adultos mayores crece en forma sostenida, en un fenómeno que debe concitar una mayor atención por parte de las políticas públicas.
De 6 millones 143 mil 809 habitantes del departamento, 10.39% son adultos mayores, mientras que el rango entre cero y cuatro años ha ido disminuyendo participación.
El fenómeno no es nuevo, pero está claro que esta región, antes caracterizada por el gran número de hijos por cada hogar, ha cambiado. El sueño de tener una numerosa descendencia está desapareciendo del imaginario del antioqueño.
El estudio muestra que la población antioqueña tiene una tendencia a la vejez a lo que contribuyen varias causas, entre ellas, una muy positiva como el mejoramiento en los programas de salud pública, con el consecuente aumento en expectativas y calidad de vida.
Pero hay un factor que comienza a tener una gran incidencia y es el descenso en la fecundidad, inducida por el control de la natalidad que empezó a implementarse entre las familias antioqueñas en las últimas décadas.
Este fenómeno es más notorio en el Valle de Aburrá y el Oriente del departamento. Otras regiones como Bajo Cauca, Magdalena Medio y Suroeste empiezan a hacer esa transición hacia una población más madura por el menor número de nacimientos.
Las poblaciones con mayor proporción de jóvenes se encuentran en el Nordeste, Norte y Occidente, con características particulares en cuanto al indicador de niños por mujer.
Entre tanto, en Urabá su población es joven y presenta el mayor índice de niños por mujer fecunda.
El efecto más preocupante de este crecimiento de la población de adultos mayores es el desequilibrio que puede darse frente al número de personas económicamente activas.
Tener un menor número de personas jóvenes sosteniendo a un mayor número de personas viejas puede generar impactos negativos, en términos sociales (desmejoramiento en la calidad de vida) y económicos (menor dinámica productiva), que es necesario precaver en términos de atención en salud, empleo formal y seguridad social.
Este escenario al que nos estamos acercando en forma acelerada tiene que dar origen a estrategias tanto de atención al adulto mayor como de preparación de la juventud actual de manera que cuando llegue a la senectud lo haga en mejores condiciones, empezando por la posibilidad de gozar de una pensión luego de una vida productiva, para no convertirse en una carga que tendrán que repartirse entre un número cada vez menor de jóvenes.
Y aquí vuelve a articularse la cadena entre educación y oportunidades laborales, como la fórmula más eficaz para que el niño que nazca hoy llegue a la vejez en una posición mucho más favorable que la que tuvo al nacer. Es la única forma de mantener ese equilibrio que necesitamos para romper el círculo vicioso de la pobreza y crecer como sociedad
ANTIOQUIA ES MODELO EN PROGRAMAS DE ATENCIÓN AL ADULTO MAYOR
Por Mónica María Vanegas
Programa Adulto Mayor de la Gobernación de Antioquia
El Departamento de Antioquia está en un momento de transición de una población joven a una población madura, en el camino hacia un envejecimiento demográfico.
El tener este diagnóstico nos da la posibilidad de implementar acciones y programas para mejorar las condiciones de vida de la población adulta mayor y trabajar para que otros grupos poblacionales envejezcan en mejores condiciones que los actuales.
En Antioquia no hablamos de preocupación frente a esta situación y lo que hemos hecho es poner en marcha acciones y desarrollar las políticas del Gobierno frente a todos los grupos poblacionales.
Frente a la población adulta mayor actual estamos trabajando dentro de los cuatro ejes de la política pública que apuntan a mejorar sus condiciones de vida.
La gestión del departamento en este campo es un modelo a nivel nacional. No estamos atendiendo al adulto mayor con un subsidio o un alimento sino con un programa integral y los 125 municipios tienen en la modalidad de atención un centro vida o día donde el adulto mayor desarrolla actividades productivas, recreativas, culturales, educación no formal, capacitación en oficios y donde pueden interrelacionarse con otros grupos poblacionales para compartir aprendizajes.
