La abogada y juez penal militar Teresa Moya Suta es desde este martes la nueva directora del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec).
El hacinamiento, la construcción de once cárceles en diferentes partes del país, la privatización de un importante número de establecimientos penitenciarios y la implementación de brazaletes electrónicos para responsables de delitos menores, son algunos de los retos que desde ya debe asumir Moya Suta.
La posesión de esta externadista se cumplió en el piso noveno del Ministerio del Interior y de Justicia, en donde el jefe de esa cartera, Fabio Valencia Cossio, la exaltó como “la persona con quien se logra conciliar la nueva cara de la política carcelaria”.
“Queremos que los ciudadanos que han cometido errores puedan contar con una verdadera resocialización”, dijo Valencia en una presentación extensa y llena de elogios para Moya Suta a quien describió como una “mujer de mano firme y corazón grande”.
Compromisos
En ese sentido, tanto Valencia como la señora Moya se comprometieron a terminar con el hacinamiento en los penales, en los próximos dos años; es decir, en 2010. Para lograr ese objetivo aclararon los dos funcionarios que se tienen planeadas, por ahora, dos estrategias claras.
La primera es la construcción de once modernas cárceles para 22 mil internos, las cuales reducirán los niveles de congestión de prisioneros. Dichas prisiones, señaló Valencia, serán administradas por particulares sin dejar de contar con la guardia penitenciaria. La segunda está relacionada con los brazaletes electrónicos, “con ello –dijo Valencia- se librará el cupo carcelario en dos mil internos”.
Por ahora lo cierto es que Bogotá, Medellín, Cali, Ibagué, Ayapel, Puerto Triunfo y Yopal son algunas de las ciudades en las que se construirán los penales.
Otra de las tareas que le esperan a Teresa Moya es el traslado de los centros carcelarios ubicados en centros urbanos a sitios en las afueras de las ciudades. La estrategia en este caso es vender los lotes en los que se ubican cárceles como el Buen Pastor y la Modelo, en Bogotá, entre otros. Con esos dineros se espera, se construyan otros establecimientos en otros lugares.
“No voy a ser inferior a las expectativas que el Gobierno tiene de mí y cumpliré con la labor que me encomendaron”, dijo Moya en sus primeras declaraciones. “Ustedes serán testigos de que lo que hoy se dijo será cumplido”, señaló la directora del Inpec al asumir el compromiso enunciado por su jefe inmediato, el ministro Valencia.
Una vez termine el empalme entre Moya Suta y su antecesor, se producirán las primeras decisiones.
