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Las Farc: 50 años de desventura

Medio siglo después de surgir esa guerrilla tan dañina como impopular, la historia la ha reconvenido. Sin opción de lograr el poder por las armas, ¿será que acepta que ha llegado la hora de su disolución?

  • ILUSTRACIÓN ESTEBAN PARÍS
    ILUSTRACIÓN ESTEBAN PARÍS
20 de mayo de 2014
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Hace 50 años, que según diversas fuentes se cumplen el próximo 27 de mayo, nacieron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), una suma de pequeñas células de campesinos armados que sobrevivieron a la violencia partidista y que tenían matices liberales y comunistas. Su mito fundacional se atribuye a la Operación Marquetalia, que pretendió penetrar 16 regiones a las que se señalaba de estar camino de ser "repúblicas independientes".

La intención de los contingentes oficiales de acabar esos focos de resistencia, que en principio se definieron como "autodefensa", terminó en instigar una organización ilegal que, al mando de alias "Tirofijo" o "Manuel Marulanda Vélez" (Pedro Antonio Marín), se convirtió en una pesadilla para los sucesivos gobiernos y, en especial, para la población civil que ha debido soportar sus atropellos.

Ese grupo, hoy calificado unánimemente de terrorista por la comunidad internacional (en especial por Estados Unidos y Europa), fundó su respuesta armada y su justificación política en un levantamiento de sectores campesinos contra los "gobiernos reaccionarios" de entonces.

Pero hay documentos históricos que muestran que en el seno del Partido Comunista ya se contemplaba, desde 1961, la combinación perversa de las formas de lucha, lo cual, en tiempos de Guerra Fría, también obligó a Washington a diseñar un plan de contención de los focos guerrilleros que alentaron la revolución cubana y el patrocinio soviético a la subversión en América Latina.

Desde la intelectualidad de izquierda se señala al Plan Laso del Pentágono ( Latin American Security Operation ) de originar el ataque al corregimiento Marquetalia, municipio de Planadas, Tolima, pero los oficiales del Ejército de Colombia para la época sostienen que se trataba del Plan Lazo, porque se quería meter esa zona en un cerco militar que redujera y rindiera a "Tirofijo" y sus hombres.

Más allá de esta discrepancia, lo que nos obliga a examinar este hecho de trascendental impacto en la historia del país son los efectos que trajo el surgimiento de las Farc:

La débil presencia estatal en regiones apartadas del país les ha permitido ejercer, por momentos, en cinco décadas, un control militar-territorial que degeneró en fenómenos desastrosos de vulneración del Estado de Derecho y de violación de derechos humanos: cooptación política, suplantación de la institucionalidad, inseguridad (vía extorsiones, "expropiaciones" y secuestros), ausencia de inversión pública, asesinatos, reclutamiento forzado, ataques terroristas y, en los últimos 30 años, la implantación de una cadena de control del narcotráfico.

Según el informe ¡Basta Ya…, del Centro Nacional de Memoria Histórica, las Farc son autoras de 238 masacres. Y del 60% de 39.058 secuestros cometidos entre 1970 y 2010.

El desdibujamiento, la degeneración de aquella guerrilla de estirpe campesina que describió alias "Tirofijo" en el documento que envió a la instalación de los diálogos de paz en San Vicente del Caguán, en enero de 1999, es innegable. Sus reivindicaciones políticas, amparadas en aquel romanticismo revolucionario de los sesenta y setenta, se destiñeron en 50 años de una guerra irregular cada vez más emparentada con el terrorismo y las redes mundiales de drogas ilegales.

Hoy avanza una negociación en La Habana forzada por la evidente superioridad militar del Estado sobre esa fuerza contraestatal llena de malformaciones. Ojalá haya sensatez y acabe la existencia de una guerrilla que en la ilegalidad fue incapaz de provocar cambios benéficos a la sociedad colombiana y que, si acepta finalizar el conflicto y entrar a la legalidad, podría salvar algún pedazo de las banderas que levantó en Marquetalia, 50 años atrás.
Contraposición

LAS FARC SE PREGUNTAN: ¿QUIÉN PUEDE IMPONER LA PAZ?

Por RICARDO TÉLLEZ
Negociador de Farc en Cuba (fragmento de artículo en
www.pazfarc-ep.org)


Fatigados de tanta violencia, odios, olvido gubernamental y explotación, labriegos se atrevieron a exigirle al Estado la construcción de una carretera, una escuelita para los niños, un centro de salud y algunos puentes sobre caudalosos y embravecidos ríos; todo por un costo aproximado de 500 millones de pesos de la época. Como el gobierno solo miraba el carácter “subversivo” de la comunidad, esta justa petición resultó inaceptable.


(...) Manuel Marulanda Vélez y Jacobo Arenas destellan en la organización y ejecución brillante de la guerra de resistencia de Marquetalia. Ante la imposibilidad de detener la agresión que prosigue y la necesidad de defender los intereses populares, los Marquetalianos fundan las Farc.


Adoptaron la táctica de la combinación de todas las formas de lucha de masas para la toma del poder y dotan al movimiento insurgente con un programa revolucionario. La guerra de guerrillas que libra el pueblo colombiano es justa y por las particularidades del régimen político colombiano, tiene plena vigencia.


A pesar de ello las Farc intenta, como en Casa Verde, Caracas, Tlaxcala y el Caguán, terminarla por la vía del diálogo y la concertación en el entendido que las banderas de la paz pertenecen al pueblo del que hacemos parte indivisible.

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