Con el aumento de aplicaciones para capturar y retocar imágenes digitales en el teléfono inteligente, parece como si la fotografía se hubiera traslado a estas viñetas pixeladas. Nada más lejano si se observa, en principio, la variedad y oferta en el mercado de cámaras compactas y profesionales.
Alejandro Urbano, director Comercial de Fujifilm Colombia dice que la penetración en nuestros países del smartphone todavía es pequeña (no supera el 10 por ciento) y la calidad de la imagen resultante entre uno de estos dispositivos y una cámara digital es aún una diferencia a salvar.
Lo que empiezan a incorporar las cámaras es la conectividad, básicamente, para almacenar en el nube (apps de internet como DROP box) o para compartir en redes sociales lo que se toma. "Todos los fabricantes tenemos esta opción, pero algunos lo comunican mejor que otros", añade.
Todo en automático
Armando Rey, director de Mercadeo de Panasonic Colombia, dice que el valor agregado de las actuales compactas es su manejo totalmente automático. "El consumidor solo debe preocuparse por encontrar el mejor momento para una toma y la cámara hace el resto".
Esto es ya un estándar. Hoy las cámaras no solo detecten la cantidad de luz, la velocidad y la apertura necesaria para que salgan con la exposición ideal, sino que propone los valores adecuados según la escena: paisaje o interior, por ejemplo.
Claro que ya empiezan a dar algunos saltos y van hacia opciones más evolucionadas como sucede con el caso de la Samsung Galaxy, la cámara que combina características fotográficas de alto rendimiento con la más reciente versión del sistema operativo, Android, y la conectividad 3G y wifi.
Sebastián Osorio tuvo oportunidad de probarla y para él lo mejor "es tener fotos de mejor calidad sin necesidad de pasarlas al computador y la posibilidad de compartirlas", pues con un clic suben a la propia cuenta de DROP box.
Aunque tiene una pantalla que podría parecer un dispositivo móvil, y hasta podría serlo, porque se personaliza con muchas apps, se diferencia de un teléfono inteligente, "en que tiene una mejor calidad del lente, de sensor y de zoom óptico".
Este tipo de cámaras se acercan, en precio, a las profesionales, que tienen lentes intercambiables y permiten mayores variables para un mejor resultado.
A la hora de comprar
Las cámaras con conectividad reservan todo para el clásico verbo compartir, pero también aspiran a superar el paradigma de los megapixeles (MP), una carrera en la que se ha metido la industria y, en especial, los usuarios, que creen que mientras mayor sea el número de MP mejor será el resultado.
En realidad, más MP será mayor el formato de impresión que se pueda usar, explica Carolina Vásquez, gerente de Mercadeo y Ventas de Canon. "Si la cámara tiene más de 6 MP es suficiente para un consumidor que use las fotos para visualizarlas en el computador y en algunos casos impresiones pequeñas".
Por ello, el asunto no va en tanto en las especificaciones como en las necesidades, y por eso sigue tan vigente esta pregunta: ¿Para qué quiere tener una cámara?.
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