El huracán Ike se debilitó a categoría uno, en su paso por Cuba, pero ingresó de nuevo en las cálidas aguas del Caribe lo que podría fortalecerlo antes de llegar al Golfo de México en Estados Unidos.
Tras el paso del huracán por las costas cubanas, más de un millón y medio de personas fueron evacuadas de la isla. En la tarde de hoy se espera que Ike salga al Golfo de México, rumbo a la costa de Estados Unidos.
La trayectoria del huracán hizo subir los precios del petróleo por temor a una interrupción en la producción del Golfo, de donde Estados Unidos extrae un 25 por ciento de su crudo y 15 por ciento de su gas natural.
Los habitantes de Trinidad, una ciudad a 365 kilómetros al sur de La Habana, se prepararon para recibir a Ike en la madrugada de hoy reforzando sus casas.
Tres congresistas cubano-americanos solicitaron al presidente George W. Bush, de E.U., otorgar un Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en inglés) a los haitianos que se encuentran en este país por la estela de destrucción y muerte que ha dejado la temporada de huracanes.
Según los pronósticos metereológicos, una vez que deje Cuba y atraviese el Golfo, Ike tocaría tierra en Texas en Estados Unidos, aunque bastaría un pequeño desvío para llevarlo a Nueva Orleans, donde el huracán Katrina dejó 1.500 muertos en el 2005 y unos 80.000 millones de dólares en pérdidas. La ciudad además fue evacuada en su totalidad hace solo diez días ante la llegada del huracán Gustav.
Esta amenaza, aunque débil, puso a prueba sus reforzados diques que se quebraron en 2005 por Katrina.
Mientras Ike se movía en el Caribe, los residentes en los Cayos de Florida, una cadena de islas conectadas por puentes, fueron evacuados por precaución.
Ike obligó a las empresas petroleras a retrasar el reinicio de sus operaciones en el Golfo, suspendidas hace poco más de una semana ante la amenaza de Gustav.
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