Los ojos del mundo del pedal se voltearon hacia la bota italiana con motivo del Giro de los 100 años y por la presencia de Lance Armstrong.
La Corsa Rosa que ha luchado duramente contra el dopaje, cuenta con la fortuna de tener la reaparición del siete veces ganador del Tour, quien lo disputa por primera vez.
No es el Giro de Italia de años pasados. Bien diferente es en su trazado, que igual tiene bien repartida la alta y durísima montaña.
Pero la disposición territorial de la prueba es distinta. Salida de Venecia, con una contrarreloj por equipos que se disputa hoy, sobre 20,5 kilómetros y el paso a territorio continental, pero buscando el Norte, donde abundan las montañas, esas que desde la cuarta etapa llegarán -si se mira el pasado- antes de tiempo.
Otras épocas fueron las de Luigi Ganna, el primer vencedor en 1909; otros los tiempos de esos míticos enfrentamientos entre Gino Bártali y Fausto Coppi, hasta llegar a los tiempos modernos, cuando los tanos triunfaron en once ediciones consecutivas.
Esos mismos ojos del ciclismo que se posan por la presencia en su retorno de Lance Armstrong -sufrió una fractura de clavícula dos meses atrás-, hacen que la rivalidad vuelva a ser como la de 1988, cuando se registró la victoria del estadounidense Andy Hampsten. Hoy la cuota de los vaqueros modernos está del lado de Armstrong y Levi Leipheimer (Astana), quienes lucharán ante un renovado Iván Basso -campeón de 2006-, Damiano Cunego, Danilo Di Luca, Gilberto Simoni (Italia), el ruso Menchov y el español Sastre.
Italia vs. E.U. ese es el duelo planteado en la competencia de 21 fracciones, con la presencia colombiana que lleva 35 años, esta vez con Mauricio Soler, Félix Cárdenas, José Serpa y Mauricio Ardila.
En una de esas si la suerte acompaña, Serpa y Soler pueden ser testigos de la rivalidad italiano estadounidense.
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4