Los ataques de las Farc en los últimos meses ha cobrado la vida de decenas de militares y policías. Sin embargo, analistas del conflicto consideran que, si bien hay pérdidas de vidas, no se puede hablar de un fortalecimiento de la guerrilla.
El más reciente ataque en el corregimiento Timba, del municipio de Buenos Aires (Cauca), el pasado lunes, cobró la vida de siete policías, fue una emboscada de las Farc en alianza con narcotraficantes, afirmó ayer el gobernador de Cauca, Guillermo Alberto González.
La patrulla venía de una operación conjunta con la Fuerza Aérea contra campamentos guerrilleros y laboratorios de droga. "Durante la consolidación, la Policía comprobó que los laboratorios fueron destruidos y encontraron restos humanos, lo que quiere decir que se produjeron varias bajas en las filas de la subversión (...), no hay ninguna duda de que están actuando conjuntamente", indicó el Gobernador.
Ataques sin efectos
Este ataque se suma a por lo menos cuatro más en los pasados tres meses, en los que murieron cinco y hasta ocho policías o militares en cada uno, sin contar con las muertes casi diarias en los combates en todo el país.
Para varios analistas, las Farc no están fortalecidas y eso se refleja en su retroceso hacia la guerra de guerrillas.
"Las Farc tratan de realizar hostigamientos para demostrar que siguen vivas, pero estas acciones están muy lejos de las que realizaban hace 10 años, en cuanto a capacidad de fuego y de confrontación. No asaltan bases militares ni se toman pueblos, no ganan territorio sino que retrocedieron a la guerra de guerrillas", sostiene Alfredo Rangel, director de la fundación Seguridad y Democracia.
Según el analista en temas de defensa, es evidente un incremento de los ataques contra la Fuerza Pública, pero la balanza de la confrontación armada sigue a favor del Estado.
"Las Fuerzas Militares siguen golpeando la guerrilla, sus mandos medios, finanzas y redes de apoyo y armamento, así no hayan resultados tan espectaculares como en 2008. Las Farc están en un punto irreversible, nunca podrá recuperarse, están derrotadas, más no desaparecidas, pero su proyecto militar no tiene opciones de triunfo", puntualizó.
El analista militar Armando Borrero asegura que la guerrilla no se fortaleció, sino que se reorganizó para hacer demostraciones de fuerza.
"En algunas regiones como el sur del país se reorganizó y tienen alguna iniciativa, con grupos pequeños que atacan, emboscan y con capacidad terrorista -explicó Borrero-. Pero aún así, como en este último hecho en Cauca, el combate inicial fue favorable a la Policía".
Aunque coincide con los analistas en que la guerrilla no se ha recuperado de los reiterado golpes de la Fuerza Pública, el general (r) Harold Bedoya, ex comandante de las Fuerzas Militares, considera que el Gobierno comete un error en su estrategia.
Según Bedoya, "la Policía no está entrenada ni equipada para combatir a una fuerza irregular, para realizar operaciones militares sostenidas y por eso este saldo trágico y otros similares este año. Esta tarea le corresponde al Ejército, con apoyo de Fuerza Aérea y Armada".
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