x

Pico y Placa Medellín

viernes

3 y 4 

3 y 4

Pico y Placa Medellín

jueves

0 y 2 

0 y 2

Pico y Placa Medellín

miercoles

1 y 8 

1 y 8

Pico y Placa Medellín

martes

5 y 7  

5 y 7

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

6 y 9  

6 y 9

Obispo llegó al Museo de Antioquia

15 de julio de 2008
bookmark

El Obispo negro, la obra de Fernando Botero, mide 1,78 por 1,72 metros, tan alto como un colombiano promedio y está avaluado en 300 mil dólares.

Desde sus dimensiones, que lo hacen casi un cuadrado, el obispo parece mirar a la derecha. Es grande y voluminoso, como las figuras más comunes en la obra de este antioqueño que convirtió las formas opulentas en su sello.

El maestro lo dibujó en 1963, en Nueva York, y Bavaria, cuando aún era de los Santo Domingo, lo adquirió en 1988.

El ganador fue Luis Alfredo Rodríguez, electricista de profesión y quien vendió la obra a la cervecera que, siguiendo la petición del propio Botero, se la donó al Museo de Antioquia, institución que ya cuenta con una especial relación con el maestro.

En las paredes y salones de éste hay más de 130 obras del escultor y pintor. Y sumarle una más es un lujo que pocas instituciones se pueden dar.

"Adquirir una obra del maestro Botero hoy es un lujo. Solo es posible por medio de donaciones y es muy escaso que alguien la haga", señaló la directora del Museo de Antioquia, Lucía González.

Sobre el dibujo en cuestión, señaló que data de una época muy importante para el artista antioqueño.

"Hace parte de un tiempo muy hermoso e importante de Botero que es, a la vez, muy desconocido. De búsqueda y profunda reflexión".

De esos años, el Museo solo contaba con una obra del maestro: La menina.

Una larga tradición
La primera donación al Museo de Antioquia la hizo el propio Botero, en 1974. Se trato de su obra Exvoto.

Esa era la segunda obra del autor con la que se hacía el museo, pues en 1955 había comprado Paisaje de Fiésole.

Con los años, el artista fue otorgando a esta institución dibujos, acuarelas y esculturas, pero la gran donación llegó en el año 2000, cuando el maestro no solo regaló a la ciudad 112 obras de su autoría, sino también 21 piezas de artistas internacionales que hacían parte de su colección personal.

"Que una obra de éstas llegue al público y no se quede en la sala de una persona o una institución privada es algo que nos llena de júbilo", expresó Lucía González.

La obra se puede apreciar desde hoy mismo, pues desde ayer en la tarde llegó al Museo.

Quienes quieran ver la nueva adquisición solo tienen que sacar un ratico y llegar hasta la Plaza, entrar al edificio y ubicar la pieza.

¿Buscando trabajo?
Crea y registra tu hoja de vida.

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD