Diez guerrilleros muertos y cuatro más capturados fue el resultado de la operación conjunta del Ejército, la Fuerza Aérea, la Infantería de Marina y la Policía Nacional en el área del río San Juan, sur del Chocó.
Según reveló a EL COLOMBIANO el general Jairo Antonio Erazo, jefe del Comando General Conjunto del Pacífico, esto representa un avance en la contraofensiva que se realiza contra el frente 30 de las Farc.
"Es un golpe contundente al frente 30 de las Farc, que venía delinquiendo, realizando secuestros, extorsiones y dedicados a las finanzas con narcóticos".
El general Erazo detalló que tres de los cuatro capturados estaban heridos, pero se les brindaron los primeros auxilios, entre ellos estaba alias "Danilo", el tercero al mando de este frente guerrillero.
La operación, según explicó Erazo, se desarrolló en la zona del río San Juan, territorio completamente selvático y ubicado entre los límites de Chocó y Valle del Cauca.
Fue planeada por "una milimétrica inteligencia de la Armada Nacional", una maniobra que se realizó desde 24 horas antes. Agregó el General que con este golpe deja "prácticamente al borde de ser desactivado el frente 30 de las Farc".
Durante esta acción se decomisaron nueve fusiles, tres pistolas y material de intendencia y comunicaciones.
Este golpe es uno más dentro de los avances que se han logrado con las operaciones que adelantan las Fuerzas Armadas del país contra las Farc y se suma al abatimiento de alias "Oliver Solarte", que manejaba el narcotráfico de esta guerrilla en el bloque Sur y de alias "Jerónimo", considerado la mano derecha de "Alfonso Cano".
Hostigamientos guerrilleros
Antes de este golpe contra la guerrilla en Chocó, y después de un comienzo de la semana con resultados importantes para la Fuerza Pública, hubo una arremetida de la guerrilla en distintas regiones de Colombia.
La mayoría fueron hostigamientos a comandos de policía de pequeñas poblaciones rurales, a instalaciones militares y atentados contra la infraestructura energética.
Los departamentos más afectados por esta escalada de ataques fueron Huila, Norte de Santander, Cauca y Nariño.
Según analistas en seguridad consultados por este diario, sin minimizar la pérdida de vidas entre militares, policías y civiles, así como daños materiales, los ataques de la guerrilla no muestran un fortalecimiento militar y sus acciones no son de gran "envergadura", aunque logran un efecto de "propaganda subversiva". Pero advierten por la reanudación de los ataques contra torres de energía y oleoductos.
Para el exconsejero de seguridad y defensa nacional, Armando Borrero, "la guerrilla ante todo quiere mostrarse viva y combatiente y por eso la mayoría de sus ataques corresponden a hostigamientos, ataques con explosivos, minas antipersonal y terrorismo. No son acciones de gran envergadura".
No obstante, Borrero afirma que los ataques de los últimos días a oleoductos en Norte de Santander "deben alertar porque es algo que se había logrado controlar y prevenir y hoy tenemos de nuevo esa amenaza y es preocupante".
Preocupación por oleoductos
Esta misma preocupación la comparte John José Marulanda, coronel retirado del Ejército y consultor en seguridad, quien sostiene que la guerrilla de las Farc intenta reconstruir sus estructuras en el sur y el oriente del país.
El analista considera que los atentados contra oleoductos en El Tarra (Norte de Santander) y antes, en Arauca y Putumayo, demuestran el accionar cada vez mayor de los grupos subversivos.
"Las Farc tienen en las zonas fronterizas de Arauca y el Catatumbo muchos explosivistas, con el problema de que el 80 por ciento de los efectivos militares en esa zona y en Arauca y Putumayo cuida la infraestructura petrolera, mientras solo el 20 por ciento restante se enfrenta contra células móviles, explosivistas y francotiradores", indicó Marulanda.
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