Cuidar la piel debe ser una prioridad de los seres humanos, para ello es importante que los padres creen hábitos de cuidado en sus hijos. Esto ayuda a prevenir enfermedades y mantener una apariencia bonita y saludable.
Niños
"La piel de los pequeños es muy suave, delicada, rica en colágeno, capaz de producir y reparar su colágeno con una gran rapidez, factor que no se ve en ninguna otra etapa de la vida. Tiene enormes ventajas pero al momento de cicatrizar lo hace de una forma más hipertrófica que la del resto de las personas, por eso en los niños las cicatrices siempre son un poco más feas, no porque el proceso se haga mal, es porque la cantidad de colágeno es mucha" comenta al respecto Mónica Zapata, médica dermatóloga de Dermatológica.
Algunas enfermedades son hereditarias y los pequeños pueden presentarlas desde su nacimiento o bien desarrollar los problemas con el tiempo, por eso los médicos recomiendan a aquellos padres que tienen problemas en su piel, visitar a un especialista para conocer los problemas que pueda sufrir el bebé.
Es importante que desde los primeros años de vida los pequeños sean alimentados en forma correcta, con poca comida chatarra y se les infunda el hábito del ejercicio y protección solar.
También es recomendable que los padres les hagan muy buena higiene en su piel y la hidraten para prevenir problemas en el futuro
Los niños recién nacidos deben recibir sol, pero se debe hacer de una forma gradual y en las primeras horas de la mañana, a partir de los seis meses de vida el pequeño puede empezar a usar protector solar, antes no es recomendable.
"Si el bebé nace con una piel seca es importante que el dermatólogo determine un jabón adecuado, además de las cremas para hidratar y humectar el órgano, es importante que los papás elijan prendas de algodón para los pequeños, ya que esto ayuda a evitar las alergias producidas por la ropa", dice Sergio Vanegas Osorio, dermatólogo, Torre Médica Las Américas.
Adolescentes
En esta etapa de la vida empieza a cambiar la piel, en la mayoría de los casos es más grasosa, esto se debe a los cambios hormonales que hacen que varíe su condición.
Si el paciente tiene acné se necesita un tratamiento adecuado, con la orientación de un dermatólogo, ya que este es un fenómeno hormonal que en la mayoría de los casos se da por herencia de los padres.
"Hay tratamientos preventivos, los especialistas podemos saber de dónde viene el problema y si proviene de los padres se puede tratar al adolescente con tiempo para evitar que el problema se prolongue", apunta Sergio Vanegas.
El diagnóstico de cáncer en una persona de veinte años ya no es tan raro como lo era hace algún tiempo.
"El hecho de que sean jóvenes no los libra del cáncer de piel, el sol es el directo responsable de esta enfermedad, por ello se deben crear hábitos de cuidado desde temprana edad", manifiesta Mónica Zapata.
Es importante que los jóvenes entiendan que la limpieza es básica para tener una buena piel, claro está que se debe hacer con productos adecuados o recomendados según el tipo de piel.
En esta etapa la protección solar se vuelve muy necesaria.
Edad adulta
En este período la hidratación es de gran importancia, ya que la cantidad y calidad de colágeno que se produce es menor a la que se daba en los primeros años de vida.
Muchas personas visitan al especialista con el fin de obtener un tratamiento que le hidrate, repare el colágeno dañado y estimule la producción del mismo, también se busca para mejorar la apariencia, prevenir y tratar arrugas, además de las lesiones precancerosas que aparecen en esta época de la vida.
Se requiere complementar los cuidados con cremas especiales que regeneren y ayuden a prevenir daños.
También los expertos recomiendan visitar al especialista y si él lo ve necesario complementar los cuidados con el uso de tratamientos láser, peelings, entre otras tecnologías disponibles.
Es recomendable una alimentación natural y sana, para la limpieza usar un jabón según el tipo de piel, y no olvidar el protector solar.
Es recomendable visitar mínimo una vez al año al dermatólogo, siempre y cuando el paciente esté sano, en caso de tener una enfermedad, el especialista es el que determina la frecuencia de estas visitas.
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