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De los 34 tantos que marcó Germán Cano en 2018, seis tuvieron el sello de pase gol de Leo Castro y su participación en otros más.
En la semana anterior a la lesión que sacó a Castro de los últimos dos partidos, el goleador argentino ponderaba la visión, potencia y desequilibrio de su compañero. En otras palabras, Castro hace que Cano brille más y el Poderoso tenga mejores recursos ofensivos.
No es gratuito que, siempre y cuando las impertinentes lesiones constantes se lo permitan, el caucano sea protagonista cada vez que tiene continuidad.
Por eso su regreso a la competencia tras superar sus problemas físicos es otro motivo de alegría y esperanza en los días previos a la “segunda final” que se juegan buscando la clasificación que todavía asoma como un milagro, a pesar de haber superado con creces el primero de seis escollos.
Contra Jaguares, Ricardo Calle podrá volver a juntar a Andrés Ricaurte, Cano y Castro, un tridente que se entendió de gran manera el semestre anterior y le dio lustre y resultados al elenco antioqueño.
“Las posibilidades de clasificar dependen de la confianza y optimismo que tengamos cada uno y el grupo. Golear a Bucaramanga fue un buen comienzo pero hay que seguir”, señala Calle. En esa sintonía cada buena noticia que surja en el plantel debe ser aliciente para ir por ese difícil cupo a cuadrangulares.
Ahora quien está en departamento médico es el central Héctor Urrego, quien no tiene aún tiempo de incapacidad determinada por la lesión de isquiotibial. Será la oportunidad para Guillermo Tegue, el juvenil que debutó contra Bucaramanga.
A pesar de su correcto partido, no puede olvidarse que aún está en proceso de adaptación al profesionalismo. La paciencia ante los errores y el acompañamiento de sus compañeros en zaga son indispensables para no “quemar” al prometedor defensor.