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El gol de James Rodríguez en el Maracaná, las cuatro victorias en línea, la dinámica colectiva y el talento individual que mostró Colombia en el Mundial de Brasil-2014 fue un aviso para que el fútbol internacional dirigiera su mirada hacia acá.
De los 23 jugadores que representaron a Colombia en dicha Copa, 10 cambiaron inmediatamente de club.
David Ospina (Arsenal), Carlos Sánchez (Aston Villa) Pablo Armero (Milan), Jackson Martínez (Atl. Madrid), Juan G. Cuadrado (Chelsea) James Rodríguez (Real Madrid) y Adrián Ramos (B. Dortmund), fueron los principales destinos de los nuestros, marcando así una inédita presencia simultánea en varios de los mejores clubes del mundo.
El impulso no fue solo para ellos. De hecho, según reportes del Global Transfer de la Fifa, el fútbol colombiano tuvo un sostenido crecimiento entre los países más exportadores de futbolistas hasta ubicarse dentro de los 10 principales.
Con corte en el mes de mayo, Colombia había exportado 327 jugadores, el noveno en el mundo, superado solo por las potencias y por encima de Holanda, Uruguay, Bélgica, entre otros.
Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombia de Fútbol aseguró, en un informe al diario La República, que el auge de los colombianos en el exterior se debe a los éxitos del fútbol nacional a partir del Mundial (título de la Sudamericana con Santa Fe 2015 y Libertadores con Nacional 2016). Sin embargo, el dirigente también reconoció que la fase a la cual accedió Colombia hace cuatro años, y que no logró ahora, pesa mucho, tanto en la cantidad como en la calidad de ofertas que recibirán los jugadores nacionales.
Aún así, hay un camino abonado como lo manifiesta Enrique Oliveros, analista y experto en marketing deportivo, quien cree que Colombia tiene ya un terreno ganado en el marcado internacional, que, entre otras cosas, ha facilitado desde hace varios años el tránsito directo hacia Europa, beneficio para el proceso de los jugadores y de los clubes, al evitar intermediarios.
“Muchos llegan directamente sin realizar un tránsito previo por Argentina, Brasil o México como era usual en épocas anteriores”, afirma.
La Uefa, mayor importadora de jugadores del planeta, recibió 8.803 futbolistas en 2017, tiene unas exigentes normativas acerca de las condiciones que deben cumplir las ligas exportadoras como la legislación laboral de los deportistas y su formación integral.
En eso aún se debe avanzar. Pero, sin dudas, por características técnicas y la vigencia de la Selección en el plano internacional, el jugador criollo tiene la proyección para ser parte de uno de los seis o siete países más proveedores de talento en el planeta fútbol .