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El fútbol y las demás actividades serán diferentes tras la actual crisis sanitaria generada por el coronavirus. Jugadores y técnicos empiezan a asimilarlo y tratan de que el cambio no afecte su desempeño para mantener el estatus que traían.
La misión no será fácil, pues las consecuencias económicas, culturales, psicológicas y sociales son inminentes y el deporte más popular del mundo no se salvará de ellas (ver recuadros).
El profesor Jorge Luis Pinto, capacitado en Alemania, exselecionador de Colombia y con experiencia mundialista, reflexiona sobre el devenir del balompié en general. En estos días de cuarentena, en casa, adelanta su libro que es exclusivo de táctica, pues cuando se le indaga si es una autobiografía, responde: “Yo historietas no cuento, ¿para qué?”.
En diálogo con EL COLOMBIANO dijo que lo táctico y lo técnico se mantendrá luego del confinamiento, pero que espera ver un entorno diferente, en el que los jugadores sean conscientes del cuidado personal. Nota que a los dirigentes les interesa más el dinero, de ahí la presión para reactivar las competencias.
Desde su óptica como profesional de esta disciplina, ¿qué reflexiones se hace?
“Si algo claro ha dejado esta pandemia es que el fútbol nos hace falta a todos, a la humanidad, en Colombia y afuera. Como está sucediendo ahora con la covid-19, el balompié es un virus que se ha contagiado por el mundo y la gente lo necesita como medio de recreación y distracción”.
¿Por qué considera que este deporte debe volver y mantener su estatus?
“Por múltiples factores. Primero, por la recreación y, segundo, porque hay mucha gente que depende de esa empresa y oficio que es jugar y trabajar en el fútbol. Tenemos que buscar las formas científica y médica para que vuelva. Si regresa escalonadamente, en principio a puerta cerrada y luego normal, es lo ideal. Hay que diseñar una logística amplia para cuidar al jugador que es el artista de todo esto”.
¿En qué va a variar esta actividad tras la pandemia?
“Yo creo que el fútbol no va a cambiar en el campo de juego, sufrirá modificaciones en el entorno: el aficionado que va a volver lentamente al estadio, las negociaciones entre clubes por pases de jugadores con esos montos... Pienso que esta disciplina entra como en una de esas etapas de crisis económica, se abarata y tiene que ser así. Me refiero a transferencias y sueldos. Va a tener una caída financiera intensa. La televisión será determinante en los próximos tres meses, pero creo que después de ese tiempo, Dios quiera, todo se normalice”.
¿Ha pensado en que tendrá que variar su estilo de trabajo o algo más luego de esta experiencia?
“En el accionar técnico-táctico no hay nada que cambiar, quizás en estos dos meses hay que hacer una metodología más individualizada y simple de lo colectivo. Quienes estén trabajando ahora tendrán que llevar un proceso lento, debido al cuidado que se debe tener entre la forma del entrenamiento y la salud del jugador. Saber equilibrar eso será determinante, que no vaya a suceder que dos o tres deportistas se contagien. Se requiere un proceso ascendente”.
¿Qué mensaje les da hoy a los futbolistas antes de reanudar labores y con base en las enseñanzas que le han quedado en esta crisis sanitaria mundial?
“Lo que se ha venido diciendo, que lo principal es el cuidado personal, en el entrenamiento, en los diálogos y en la misma acción de juego uno debe tener precauciones. Las ayudas externas, lo técnico y lo médico, son buenos e importantes, pero es determinante lo que uno haga por su propio bienestar”.
Como todo en la vida, primero mi responsabilidad e integridad para poder aportarle a la búsqueda de los objetivos colectivos...
“Por ejemplo, hablan de llevarse a los equipos a un hotel. Eso es lo más absurdo que puede haber. No me cabe en la cabeza tener cinco elencos en un mismo sitio, es una locura. Resulta mejor dejar al deportista actuar como lo ha venido haciendo, con cuidados en la casa y con su familia”.
Es decir, entre menos tumultos es mucho mejor para evitar contagios...
“Cuando más aislados estén es lo ideal. Ni concentraciones debe haber, permitirles llegar directamente a los partidos. El tema de los viajes también debe tener otra práctica hoy, que los equipos se desplacen en vuelos chárter para que no haya contacto con tanta contaminación y roce con la comunidad y los medios. Eso es clave que lo diseñe Dimayor”.
¿Cómo ha notado el comportamiento de los dirigentes en busca de una solución pronta?
“El enfoque de los directivos en este momento hace pensar que solo piensan en lo económico. Pautas como las que se han dado en Alemania para entrenamientos y demás, estamos un poco lejos. Hay que meterle con todo, de la mano del Ministerio del Deporte y de entidades médicas y científicas”.