En abril pasado, la Federación Internacional de la Industria Fongráfica, Ifpi, entregó su reporte de comportamiento del sector en 2015. El dato más revelador: las compras digitales superaron los 6.700 millones de dólares, superando a los discos en cerca de 700 millones.
Este comportamiento no pasa inadvertido por los artistas, para quienes los conciertos se convirtieron en la principal actividad generadora de ingresos económicos.
Ya sean solistas o grupos, la tendencia ahora son las presentaciones en vivo, experiencias que van más allá de ver a los músicos, los cuales son ahora acompañados de otros elementos que hacen inolvidable el momento.
Los conciertos
Según datos del sitio web especializado en música Pollstar, que cada año publica el listado de los artistas que más recaudaron en sus conciertos, Taylor Swift obtuvo 250,4 millones de dólares en 2015 por 53 presentaciones, ocupando el primer lugar en el mundo.
En el listado le sigue AC/DC con 180 millones de dólares, mientras que el grupo juvenil One Direction ocupó el tercer lugar con 158,8 millones.
El cuarto fue para la banda de rock U2 con 152,2 millones y el quinto se lo llevó Foo Fighters con 127 millones.
Cifras que en la opinión de Juan Kiss, director de Radioaktiva Medellín, confirman que los eventos en vivo se convirtieron en la base del mercado cultural musical.
“Las bandas viven de los conciertos. Hace poco Bruce Dickinson, vocalista de Iron Maiden, dijo que sentían que estaban trabajando como cuando iniciaron su carrera: tocando en vivo siempre”, expresa el director.
Agrega Juan Kiss que el tema melancólico hace parte también del poder de los conciertos, porque los grupos reconocidos ya poco sacan nuevos discos y se dedican a tocar en vivo esas canciones clásicas que a su séquito de fanáticos les gusta.
Hay que apoyar
Si para los artistas consagrados un concierto se convirtió en su mayor elemento de ingresos, para los cantantes y grupos emergentes es tal vez la única forma de mostrarse. Sin embargo, si no se les apoya pagando la entrada y dándoles espacios para demostrar su talento no tendrán oportunidad de vivir de su arte.
Así lo cree el disc jockey Jaime Franco, quien sostiene que “los grupos locales siguen tocando en bares y espacios pequeños, pero todavía cargan con el prejuicio de la gente que no consume el arte hecho en el país. No son capaces de pagar 10.000 pesos por una entrada para una banda o cantante local, pero sí invierten 600.000 pesos para ir hasta Bogotá y ver su artista preferido”, explica Jaime.
Agrega que las recientes visitas de Madonna, Beyoncé, Kiss o The Rolling Stones a Colombia, demuestra la mayor importancia de los eventos en vivo ahora y de cómo se convirtieron en el pilar de los artistas.
Vender discos pasó a segundo plano, lo importante es el espectáculo en vivo.
109,7
millones de dólares recaudó The Rolling Stones durante sus giras el año pasado.
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