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A finales de los años noventa, cuando se intentaban entablar los diálogo entre el gobierno de Andrés Pastrana y las Farc, el empresario antioqueño Nicanor Restrepo Santamaría tenía la firme convicción de que era posible vencer la guerra sin balas, a través del diálogo.
Muchos de quienes lo conocieron destacan que Restrepo tenía un don especial con la gente, una calidez muy humana. “Era capaz de tener el mejor de los tratos con el presidente de un país, con un ministro o con un gran empresario, al igual que con un campesino o con el servidor en un restaurante”, señalaba el empresario José Alberto Vélez en el homenaje inaugural que dio paso al lanzamiento de la nueva edición del libro Derecho a La Esperanza.
El ensayo escrito por Restrepo en 1999 es la primera obra que hace parte de la iniciativa Lecturas Comfama, un nuevo proyecto editorial de la caja de compensación que busca generar conversaciones edificantes.
Su postura sobre la paz
La introducción del texto estuvo a cargo de Jorge Giraldo Ramírez, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de la Universidad Eafit, mientras el perfil del empresario fue escrito por el periodista y exalcalde de Medellín, Alonso Salazar.
Ambos charlaron durante el lanzamiento del libro, en el que estuvieron presentes amigos, familiares y colegas de Restrepo.
“Lo que hizo en el ensayo fue un análisis completamente frío de las condiciones económicas, políticas y sociales del país –añadió Giraldo–. Él veía que la solución era a largo plazo y que el momento de la negociación tarde que temprano iba a llegar”.
Según ellos, Restrepo nunca tuvo la tentación de abandonar su convicción de que el diálogo era el camino correcto para llegar a la paz.
“Él tenía un repaso largo por la historia de Colombia y veía en esa historia las raíces del conflicto –dijo Salazar. Y cada que fracasaba el proceso de paz, él decía que ese no era un fracaso sino un aprendizaje más”.
Restrepo se mantuvo firme en esa idea y aunque el panorama actual es otro, su análisis y sus palabras, que ahora regresan, actúan como un testimonio histórico y cercano de lo que padeció el país.