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EL COLOMBIANO está haciendo una cobertura completa con los artículos más relevantes sobre el coronavirus y para lectores de todas las edades. Encuentra lo que debes saber de la pandemia aquí.
Si la vida no volviese a ser la de antes, si usted debiera guardarse más tiempo del que quisiera, más le vale abastecerse, pero no de enlatados. Mejor, de ideas para llenarse de salud. No serán los productos mágicos los que le ayudarán en el aislamiento preventivo total por la pandemia que vive el mundo debido al Sars-CoV-2. Serán las medidas que tome mientras se confina.
Lo único que ha mostrado disminuir el contagio de esta enfermedad es que se dispersa con agilidad es el distanciamiento humano y las medidas de autocuidado como el lavado correcto de manos. Esto, debido a que el virus se esparce rápidamente y su letalidad puede variar dependiendo de las condiciones de la región.
Los coronavirus son una familia de virus que causan un cuarto de los resfriados comunes. Por lo general, podría decirse que son inofensivos, pero este es particularmente peligroso por ser nuevo. El sistema inmune, encargado de defender el cuerpo frente a las amenazas, nunca había estado expuesto a su presencia. Sí a otros.
La cantidad de sustancias con las que el humano se pone en contacto cotidianamente puede ser del orden de millones, cuenta Luis Fernando García, médico inmunólogo, miembro de número de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y precursor de la SIU, el centro con más investigadores con doctorado por metro cuadrado del país.
El sistema de defensa humano se caracteriza por tener una parte innata, heredada de los padres y que se expresa en todos los tejidos del cuerpo. Es la primera línea de defensa y responde de forma inmediata ante la presencia de cualquier invasor. La otra parte es la adaptativa, que se centra en los linfocitos y es más específica aunque demorada. Esta última tiene memoria, confiere inmunidad a largo plazo y aprende a reconocer a los antígenos (cualquier molécula o fragmento molecular que suele ser ajena o tóxica para el organismo, como los del mundo microbiano y el mundo exterior).
La filigrana de esta orquesta está equipada con muchas más posibilidades de defensa que la cantidad de extraños y toxinas del ambiente. Si el ser humano se expone a una cantidad de antígenos equivalente a un 10 seguido de 7 ceros, su sistema de defensa tiene un 10 seguido de 42 ceros de posibilidades de detectarlos y defenderse de estos. Frente a lo propio desarrolla tolerancia y frente a lo no propio desarrolla respuesta inmune.
“Efectivamente, la respuesta inmune es redundante y eso asegura que podamos responder eficientemente, aún a antígenos no esperados, como nuevos microorganismos. En el caso del virus que produce la enfermedad covid-19, el cuerpo humano no lo conocía y, sin embargo, está aprendiendo a reconocerlo. En la gran mayoría ha sido capaz de controlarlo y restaurar la salud”, asegura García.
Aunque la evidencia científica alrededor del covid-19 crece, aún muchos estudios no son contundentes. Sin embargo, los casos comienzan a evidenciar más datos sobre la interacción entre el virus y el humano. Investigadores de Australia han trazado un mapa de las respuestas inmunológicas de uno de los primeros pacientes con el nuevo coronavirus de ese país, mostrando la capacidad del cuerpo para combatir el virus y recuperarse de la infección.
Los investigadores del Instituto Peter Doherty para la Infección y la Inmunidad (Instituto Doherty), una empresa conjunta entre la Universidad de Melbourne y el Hospital Real de Melbourne, analizaron muestras de sangre en cuatro puntos temporales diferentes en una mujer de 40 años, por lo demás sana, que se presentó con covid-19 y tenía síntomas de leves a moderados que requerían admisión en el hospital.
Publicado el pasado jueves 19 de marzo en Nature Medicine, es un informe detallado de cómo el sistema inmunológico del paciente respondió al virus. Registraron una respuesta inmune robusta a través de diferentes tipos de células asociadas a la recuperación clínica, similar a lo que pasa con la influenza. Uno de los autores del artículo, el investigador Oanh Nguyen, dijo al portal especializado Science Daily que era la primera vez que se informaba de una amplia respuesta inmunológica a la covid-19.
En medio del aislamiento, muchos se preguntan cómo mantenerse alejados del covid-19. No existe prevención más allá del lavado de manos y el distanciamiento social, vale la pena repetirlo. También es clave recordar que el sistema de defensas del cuerpo requiere nutrientes y estar en estado óptimo para permanecer alerta y, si se necesita, atacar a un virus o una bacteria potencialmente peligrosos.
Esos insumos no son fórmulas mágicas elaboradas en laboratorios europeos. García lo explicó en una charla digital realizada esta semana en el Parque Explora: los mejores insumos para el sistema inmune no vienen en cápsulas o tarros, son los alimentos. “En condiciones regulares este sistema requiere proteínas, carbohidratos y lípidos. Y si hay una infección mucho más, porque la carga metabólica presenta un exceso de demanda de energía para fabricar las moléculas que se requieren para defenderse efectivamente”.
¿Entonces, qué hacer aislados ahora y por los 19 días, que comienzan a partir del próximo martes? No perder la condición física, sugiere el médico internista de la Clínica Las Américas Ricardo Javier Rosero. “Es un buen momento para ser coherentes con mantener el cuerpo y la mente bien, no perder la tranquilidad y consumir suficientes nutrientes que nos ayuden a conservar el sistema inmune en un estado adecuado”.
El doctor Rosero, subespecializado en endocrinología, asegura que la clave será mantener un buen aporte nutricional que no va destinado ni a perder ni a subir de peso, y plantea que puede ser prudente disminuir otros agentes que le afecten directamente la inmunidad como la ansiedad y el mal sueño.
Punto por punto estas medidas le ayudarán alimentar adecuadamente a su sistema de defensas frente las amenazas microscópicas.
El sueño es clave, aunque cuatro de cada 10 personas tengan problemas para conciliarlo, según la Organización Mundial de la Salud. Rosero asegura que lo más importante es la calidad del sueño, no la cantidad. Si su pareja le dice que usted ronca, es importante hacer algo al respecto, no lo normalice; si su sueño es interrumpido con frecuencia también hay que revisarlo: usted debe sentir que es reparador.
Asimismo, mantener rutinas y horarios será importante para conservar la calma en momentos en los que hay evidente tensión, agrega la psicóloga clínica de la UPB Laura Restrepo Vélez.
“El deporte es una píldora que se toma todos los días por 70 años mínimo”, relata Rosero. Lo sugerido por la OMS son 300 minutos a la semana repartidos entre 4 o 5 días. ¿Y cómo sin ciclovía o posibilidades de salir a trotar?
Jorge Palacio Uribe, médico del deporte de la Universidad Pontificia Bolivariana, comenta que hay muchas maneras de mantenerse activo. Estudios científicos, como la revisión de uno publicado en Current Pharmaceutical Design en 2016, han encontrado que el entrenamiento con ejercicios regulares aumenta la competencia inmunológica y reduce el riesgo de infección en comparación con un estilo de vida sedentario.
En su justa medida será importante para aprender, para actuar en ciertas circunstancias, pero el que mencionan los médicos cuando le piden que le baje al estrés es el crónico. Para caracterizar una vida emocional sana es importante evaluar detonantes y liberadores de estrés. Cualquier cosa puede dispararlo y es importante que las personas lo evalúen y empiecen a explorar si se pueden flexibilizar.
Si sabe que lo estresa el coronavirus o el pico y placa ambiental, está bien, pero no se exceda en darle vueltas al asunto. La biología tiene formas de enfrentar el estrés, es necesario para sobrevivir ante amenazas, pero experimentarlo a diario, cada instante, puede costarle a su salud. Para esto Rosero le recomienda a los adultos hacer cuatro cosas permanentemente: deporte, meditación, ser activo sexualmente y comer con placer.
Ese impulso que siente de ir a comprar papel higiénico tal vez le está sugiriendo que planee. Será importante anticipar, pero no sobrerreaccionar. La comida, no las vitaminas en pastillas, serán lo que lo mantengan sano. Coma lo más colorido posible, ha sugerido Beatriz Rada, nutricionista de la Universidad de Antioquia.
Rosero recomienda dividir este asunto nutricional en dos grandes ideas. Qué incluir y qué evitar. Todo lo que favorezca inflamación disminuye el accionar del sistema inmune, dice. “Tal vez lo mejor será evitar carbohidratos simples o harinas, parva y dulces. Será un juego difícil de jugar porque el estrés lo hará percibir que necesita estos alimentos para relajarse. Y puede suceder, pero recuerde que será una relajación temporal y muy corta”. No vale la pena. Lo que sí debe consumir son fibras y productos que ojalá tengan ricos niveles de minerales, grasas como oligoelementos y por último antioxidantes.
La vitamina C ayuda mucho a los procesos de oxidación y antioxidación del cuerpo, es un gran elemento, pero no necesita comprarla, está en las frutas y verduras. Ni siquiera necesita hacer una ensalada de frutas para cargarse de vitamina C porque las frutas también tienen fructosa, es decir, son dulces.
Que este sea un momento para retomar el autocuidado, colaborar con con quienes habita, conversar, comer juntos. Sea lo que sea que disfrute hacer, hágalo; eso sí, escuche a su cuerpo. Este evolucionó primero que la razón, según la psicología evolutiva.
La razón llegó mucho despúes, según narra el historiador Yuval Harari en su libro sobre la historia de los humanos que parte desde que surgió el universo y la vida en la Tierra. Y no desestime el aburrimiento, este puede llevarlo a ideas creativas.