Un paso concreto para empezar a organizar su campaña política con miras a la Presidencia de la República dio esta semana el vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras: la reorganización de su partido, Cambio Radical.
Y literalmente a su interior se dio un cambio muy importante. Se logró la salida del veterano dirigente Antonio Álvarez Lleras, quien fungía como secretario general de la colectividad desde su fundación, hace más de 18 años.
Álvarez, quien es además familiar cercano de Vargas, se había convertido en peso fuerte de ese partido, y más desde que el hoy vicepresidente se apartó de la dirección de lleno de Cambio Radical desde el 2009 cuando estuvo en su primera campaña presidencial.
Al lograr la salida, el martes en una muy rápida y sorpresiva convención nacional se aceptó la renuncia (solicitada por todos los sectores) de Antonio Álvarez, para dar la llegada a ese cargo del pastuso Germán Córdoba, hombre muy cercano al vicepresidente.
Córdoba ha estado a su lado como secretario general en los ministerios del Interior, Vivienda, estuvo en la Vicepresidencia y hasta hace poco en la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
Su llegada al partido es clave porque en él estará parte de la estructuración política de la campaña, deberá recomponer al partido entre sus congresistas que están divididos y hacer visible al vargasllerismo desde otros escenarios que se han dejado.
En cuanto a la dirección nacional de Cambio Radical también se dio una modificación importante, la misma ya no sólo la hará el representante a la Cámara, Rodrigo Lara, quien llegó hace cerca de dos años al cargo por disposición de Vargas Lleras, ahora también hará esas funciones el senador santandereano Bernabé Celis.
Andrade, presidente conservador
En las toldas del Partido Conservador el cierre del año, al parecer, suplirá un vacío de poder que se tiene hace meses, el presidente de la colectividad, esto debido a que hasta noviembre pasado estaba el representante a la Cámara, David Barguil, a quien ya se le había terminado su periodo hacía más de un año.
Tras intentos fallidos de convencer al exministro conservador Eduardo Pizano de Narváez, para que se pusiera al frente del partido, la nueva dirección nacional tuvo que buscar la solución a su interior y dentro de la bancada de congresistas.
El nombre que ya tiene el respaldo de casi la totalidad de los sectores es el del senador huilense Hernán Andrade, quien no volverá a repetir curul en el Congreso, lo que le ayuda a que dirija con más imparcialidad la colectividad, pese a que es un declarado santista.
Ahora, sólo resta que se reúnan los miembros del directorio nacional, pero todo indica que eso sólo será hasta mediados de enero próximo.
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