La Registraduría Nacional del Estado Civil definió el calendario para las consultas internas de los partidos y movimientos políticos de cara a las elecciones de 2026. Según la entidad, las consultas para la toma de decisiones o la escogencia de candidatos presidenciales se realizarán el 8 de marzo de 2026, siempre y cuando las colectividades lo soliciten formalmente.
Los movimientos políticos tienen plazo hasta el 8 de diciembre de 2025 para comunicar por escrito al Consejo Nacional Electoral (CNE) su intención de participar en estas consultas. No obstante, los partidos, movimientos o grupos significativos, en caso de retractarse de su participación, lo podrán hacer hasta el 22 de diciembre.
De acuerdo con la Resolución 1542 del 1.º de abril de 2025, el CNE estableció que el 8 de marzo será la única fecha habilitada para consultas de organizaciones que busquen definir candidaturas presidenciales o adoptar decisiones internas mediante este mecanismo.
Además, el 27 de enero de 2026 vencerá el plazo para que las agrupaciones políticas que hayan solicitado consultas entreguen formalmente las preguntas que deberán ser avaladas por el CNE. La entidad tendrá hasta el 6 de febrero de 2026 para pronunciarse en cuanto a estos planteamientos.
Una única tarjeta electoral
Por otro lado, el Registrador Nacional del Estado Civil, Hernán Penagos, anunció que solo habrá una única tarjeta electoral para todas las consultas, independientemente del partido o coalición que participe.
Penagos explicó que emitir tarjetas diferentes por colectividad sería un error grave, pues podría comprometer el secreto del voto. “Hacer una tarjeta por organización política o coalición vulneraría el secreto del voto. Si una persona llega a la mesa de votación a pedir la tarjeta de una consulta en concreto está mostrando su orientación ideológica y eso viola el secreto del voto”, afirmó.
Esta decisión de consolidar las distintas consultas en un único tarjetón electoral, buscaría garantizar la neutralidad del proceso y, además, tiene como objetivo reducir la politización o el señalamiento hacia los votantes.
Por otro lado, ante las los riesgos de seguridad que presenta el país en medio de las campañas presidenciales y durante las próximas elecciones, Penagos ya se ha referido sobre esto, y afirmó que “ninguna circunstancia, ninguna de seguridad, ni de ninguna naturaleza, va a impedir que Colombia se hagan elecciones el año entrante”.
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También, el registrador ha expresado que la desinformación por redes sociales, que afecta un buen desarrollo de los comicios, genera “narrativas de odio y la desinformación escapan de las instituciones. Ni la Registraduría, ni ninguna entidad del estado colombiano está preparada hoy para enfrentar la desinformación”.
No obstante, estas consultas interpartidistas, a pesar de los retos operativos, persisten como uno de los mecanismos necesarios para garantizar el pleno ejercicio de la democracia en el país. Sobre todo, cuando la polarización y el debate político en estas próximas elecciones cada vez va tomando más fuerza.