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Registran cárceles en Paraguay por la muerte del fiscal Marcelo Pecci
Entre las celdas allanadas están la de un presunto traficante colombiano y un lavador de activos brasilero.
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Marcelo Pecci tenía 45 años y fue asesinado durante su luna de miel en la isla de Barú, en Cartagena. FOTO: CORTESÍA
En el marco de la investigación por el homicidio del fiscal de crimen organizado, Marcelo Pecci Albertini, la Policía de Paraguay allanó seis celdas en tres cárceles de la ciudad de Asunción.
Así lo informó a una emisora local el comisario Baldomero Jorgge, subcomandante de la Policía de esa nación, agregando que en esos lugares están detenidos varios delincuentes arrestados por el fiscal Pecci, asesinado por un sicario el pasado 10 de mayo en la isla de Barú, en Cartagena.
El propósito de las inspecciones, en la cárcel de Tacumbú y el calabozo de la Agrupación Especializada de la Policía, era encontrar pistas de la posible participación de alguno de los capturados en la conspiración para matar al funcionario. De momento, los investigadores decomisaron una tablet y varios celulares, que están siendo analizados.
Por ahora solo han sido revelados dos nombres de los presos cuyas celdas fueron registradas: Kassem Mohamad Hijazi, un brasileño de origen libanés, detenido en 2021 por lavado de activos.
El otro es el colombiano Marcelo Díaz Vélez, quien está procesado por tráfico de narcóticos. A él le encontraron un teléfono, según César Silguero, director de Investigaciones de Hechos Punibles de la Policía.
La muerte de Pecci generó un alto impacto en las autoridades paraguayas, así como críticas a la situación de su sistema carcelario.
Alicia Sapriza, fiscal de la Unidad Especializada de Crimen Organizado, comentó que “acá sabemos que las personas que están en penitenciarías cuentan con celulares y siguen contactando a personas de afuera. Eso afecta nuestra seguridad. El sistema penitenciario paraguayo deberá tomar medidas. Existen muchas cosas que debemos plantearnos. Tenemos muchos casos de testigos asesinados, y es muy complicado seguir sosteniendo causas si estas personas siguen manteniendo impunes contactos para amedrentar y, en el peor de los casos, matar”.
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