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Aunque no se puede asegurar que las ciudades y departamentos que no alcanzaron el umbral (33%) en la votación de la Consulta Anticorrupción fue porque tienen anquilosadas prácticas corruptas, si es interesante analizar la baja participación que tuvieron estas zonas del país donde han ocurrido los mayores escándalos.
La Guajira, Córdoba y Chocó, departamentos que históricamente han sido afectados por el flagelo de la corrupción, la consulta de este domingo no obtuvo el mayor apoyo.
Si comparamos los últimos resultados del Índice de Transparencia de las Entidades Públicas con los resultados finales de la Consulta, que se quedó ad portas de alcanzar el umbral (11.672.122 de 12.140.342), podemos ver como los departamentos y ciudades con más riesgo de corrupción tuvieron una participación muy baja.
En los departamentos, por ejemplo, como Nariño (con un nivel de riesgo de corrupción alto) fue el único que superó el umbral con un 35%. Los demás tuvieron un promedio del 18%, siendo La Guajira el departamento con el peor porcentaje de los analizados, solo 12% de los habilitados para votar, participaron.
Cabe señalar que La Guajira es uno de los departamentos más afectados por la corrupción. Está de segundo en la lista del índice de transparencia solo superado por Chocó (18% que votaron la consulta), donde la corrupción también se ha robado casi todos los sectores: salud, educación, alimentación escolar y donde el nivel de impunidad es uno de los más altos.
En La Guajira, por ejemplo, no solo sus niños mueren de hambre sino que hasta la misma exgobernadora Oneida Pinto, está siendo investigada por presuntas irregularidades en un contrato de $18.990 millones para reducir la mortalidad infantil. Además los sectores de educación, salud y agua potable en ese departamento tuvieron que ser intervenidos financieramente por el Gobierno el año pasado.
Córdoba, donde ocurrieron los escándalos del Cartel de la Hemofilia, el del Bastón y las Tucson, y donde su exgobernador Alejandro Lyons, fue condenado a cinco años de cárcel por haberse apropiado de recursos para la ciencia y tecnología, el 18% de sus habilitados para votar, participaron en la Consulta.
En Bolívar, si queremos citar un último ejemplo, votó el 21% del potencial electoral aunque ha sido sacudido con escándalos como el de Reficar que salpicó a exdirectivos de Ecopetrol y exfuncionarios. Y es el séptimo departamento con más riesgo de corrupción, según este índice de trasnparencia.
Si hablamos ahora de los departamentos donde se superó el umbral están: Boyacá (41%), Caldas (37%), Casanare (33%), Cundinamarca (41%), Huila (34%), Meta (35%), Nariño (35%), Quindío (36%), Risaralda (36%), Santander (38%) y Valle (34%). Departamentos que tampoco se han salvado de escándalos de corrupción pero que están en mejor posición en este índice debido a medidas como la visibilidad de las políticas públicas, la institucionalidad de las administraciones y las acciones de control y sanción mediante procesos internos.
Los municipios
En lo que corresponde a los municipios Puerto Carreño, en el Vichada (nivel de riesgo de corrupción Muy Alto); Mitú, en el departamento de Vaupés (Muy Alto) y Riohacha (Alto), en La Guajira, fueron los de más baja participación en el análisis, con 17% de sufragantes habilitados en la Consulta.
Mientras los únicos que superaron el umbral, entre los municipios con más riesgo de corrupción, fueron Mocoa, en Putumayo (38% y con nivel de riesgo de corrupción Muy Alto); Popayán, en el Cauca (41% y con nivel Alto de riesgo) y la ciudad de Ibagué, en el Tolima (38% nivel Alto de riesgo).
En la capital del Tolima, por ejemplo, fue donde estalló el escándalo de corrupción de los Juegos Nacionales de 2015, donde 11.500 millones de pesos para los escenarios deportivos terminaron en manos de contratistas y exfuncionarios, entre los cuales está el exalcalde Luis Hernando Rodríguez.
Por su parte, las ciudades capitales con mayor votación fueron: Tunja (50.9%), Pasto (47.2%), Bogotá (45.7%), Manizales (44.8%), Popayán (41.2%), Bucaramanga (40.5%), Villavicencio (39.1%), Ibagué (38.8%), Neiva (38.7%), Mocoa (38.5%), Armenia (38.2%), Pereira (37.1%) y Cali (35.9%), ciudades que también se han visto salpicadas por escándalos de corrupción.
Por ejemplo, aunque en la capital de país estalló el carrusel de la contratación que tuvo un costo de 2,2 billones de pesos, su lucha contra este flagelo ha sido en buena medida exitosa y su visibilidad de políticas públicas la tienen en un mejor índice de transparencia.