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Todavía no queda despejada la duda sobre el lugar exacto, en Bogotá, a donde fue llevada la escultura del maestro Rodrigo Arenas Betancourt que estaba en el edificio Mónaco, pero la Policía quiso frenar los rumores que generó el artículo publicado en EL COLOMBIANO el pasado 18 de noviembre, que indagó sobre el destino de esta obra.
La institución, que reafirmó que al ser propietaria del inmueble ubicado en El Poblado (Medellín), lo es también de todos los bienes en su interior, envió una fotografía de “La Nueva Vida”, esculpida por el artista antioqueño y colgada en 1986 en la entrada de la edificación que perteneció a Pablo Escobar.
En la fotografía la obra aparece forrada con protección en algunas partes, custodiada por un uniformado y, al parecer, debajo de una carpa para protegerla del clima.
“No es cierto que la hayamos vendido, ni está en la casa de nadie de la institución. Hubo un equipo bajándola de donde estaba. La escultura no está desaparecida, fue desmontada a la vista de todos los que estuvieran cerca del Mónaco”, explicó el general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá.
Agregó que si bien desconoce el valor comercial que tiene la escultura, es consciente del significado cultural al reconocer la importancia del autor de la misma.
El general Gómez Heredia indicó que es el director nacional de la Policía quien debe definir el destino que tendrá y, comentó, podría ser instalada en un comando de la institución.
No están cerradas las posibilidades para que se presente una petición formal, bien sea para que sea instalada en Fredonia (municipio natal del artista), o que vaya a la casa museo del maestro ubicada en el municipio de Caldas, al sur del Valle de Aburrá.
Para trasladarla a Bogotá, pues no se trata de una escultura de bolsillo, la Policía habría tenido todos los cuidados del caso; no obstante, tanto la familia de Arenas Betancourt como la ciudadanía en redes sociales piden que regrese al departamento.
De que la obra es propiedad de la Policía no queda duda, de que vuelva a Medellín, habrá que esperar la voluntad de la Policía.