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Usar bicicleta no exime la norma
No solamente peatones y conductores de carros deben cumplir la ley. Expertos lo explican.
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05 de septiembre de 2015
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Con 40 kilómetros de ciclorrutas y 7.058 prestamos por día del sistema de bicicletas públicas Encicla, este medio de transporte se convierte en una alternativa en el área metropolitana.
Pero ¿qué tan bien se comportan los ciclistas? Los usuarios de Twitter compartieron sus opiniones al respecto en @elcolombiano. Para Javier Rodríguez, @Jaroji, “los ciclistas parecen vivir en un mundo paralelo en el que las reglas no existen para ellos” y El Loco Murdook, @AlexHelecho, dice que “el problema es que parte de los ciclistas a conveniencia son peatones o motociclistas por lo que utilizan las normas a su antojo”.
Más allá de las percepciones, lo ciertos es que los ciclistas deben cumplir la Ley 769 del 2002, del Código Nacional de Tránsito Terrestre en Colombia. Esta incluye a las bicicletas como vehículos no automotores y obliga a sus conductores a cumplir normas, así lo confirma Luis Alberto Palacio, agente de tránsito y formador de educación vial: “Los ciclistas que incumplan serán sancionados con una multa equivalente a cuatro salarios mínimos legales diarios vigentes”.
Para Mauricio Mesa, del Colectivo SiCLas, las normas son obsoletas ya que fueron creadas en un momento en el que el ciclismo urbano no tenía ni la infraestructura vial ni la demanda que existe hoy, “ese código se debe reformar. Es anticuado para los actores de la vía. Uno sale a la calle en bicicleta y siente que la prioridad la tienen los vehículos no los peatones ni los ciclistas quienes hoy están en Medellín en la primera línea de la pirámide del Plan de Ordenamiento Territorial”.
Alexánder Grigorievich, gerente de Movilidad Humana de la Alcaldía, está de acuerdo en que el código de tránsito es bastante limitante a la hora de hablar del ciclista con normas como “que un ciclista tiene que andar a máximo un metro del andén pero a un metro están los sumideros, paran los buses, están mal parqueados los vehículos, etc”.
Juan Esteban Martínez, subdirector de movilidad del Área Metropolitana, afirma que mientras se renueva esa normativa no se puede bajar la guardia, “el ciclista puede estar en la infraestructura construida para él o compartiendo la vía con los vehículos. El objetivo no es solamente reglamentar para un solo lado sino para que todos, en orden, puedan convivir”.
Según los expertos consultados, el buen comportamiento del ciclista en la vía va en ascenso pero también hay mucho por mejorar, “eso lo tenemos identificado en el plan maestro de movilidad en bicicleta que entregaremos a los municipios del área metropolitana antes de que se acabe el año. Hay que seguir trabajando en lineamientos básicos que profundicen la cultura del uso de la bicicleta”, confirma Martínez.
Para, Juan Carlos Caicedo, formador de la Secretaría de Movilidad de Medellín, la educación es y será una constante, por eso, la entidad realiza talleres de manejo preventivo para niños, jóvenes y adultos en los que se hacen pruebas de pericia, taller de cuidado de bicicletas, tips para el manejo y actividades pedagógicas.
También los colectivos como SiCLas tienen clases de manejo en ambientes urbanos en niveles básico, intermedio y avanzado.
Además, la gerencia de Movilidad Humana ha repartido en Medellín 5 mil ejemplares del Manual del Ciclista Urbano, que da tips de comportamiento y recomendaciones de seguridad.
Actitud de todos en la vía
Del otro lado, Héctor Padierna, @hpadierna dice que “en general no hay respeto por los ciclistas, solo los que van en grupo con ánimo de hacer deporte” y Cesar Guerra Mejía, @GuerraCesarM, cree que “muchas personas respetan al ciclista, pero no faltan los intolerantes ‘dueños de la vía’”.
Así que ¿dónde queda la educación para los peatones y motociclistas y conductores?, “consideramos que debemos ser respetuosos con los peatones, sin embargo, a nadie le enseñaron a ser buen peatón. Creemos que es necesaria una cátedra ciudadana para los transeúntes”, asegura Mauricio Mesa.
En los colegios ya se hacen intervenciones, confirma Grigorievich, “es muy importante trabajar con los niños porque les entregamos elementos que van más allá de la pericia para moverse en un vehículo, hablamos del respeto por el otro independientemente del transporte que utilice, de la atención a las señales de tránsito. A esto se suman campañas como Peatón Ejemplar y Por la Cebra, en las que trabajamos con los ciudadanos”.
Como resultado de este proceso, el primer cambio notorio es en el comportamiento: “ El ciclista urbano hoy respeta más. Es un proceso bidireccional en el que estamos trabajando desde lo público y los colectivos de ciclistas”, concluye Juan Esteban Martínez, subdirector de movilidad del Área Metropolitana.
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Comparendos se han impuesto desde enero hasta la fecha, según la Secretaría de Movilidad de Medellín.
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