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El gobierno de Donald Trump presentó ayer el proyecto de una histórica reforma tributaria en Estados Unidos, que beneficiará a empresas y a personas naturales.
Sobresale la reducción de 20 puntos porcentuales a la carga impositiva para las empresas (del 35 % al 15 %). Esto busca generar más puestos de trabajo y pretende repatriar unos 2.600 millones de dólares que están libres de impuestos en el exterior.
Sin embargo, analistas consultados por AFP indicaron que un recorte de esta envergadura podría significar en 10 años, unos 2.000 millones de dólares (5,8 billones de pesos) adicionales al déficit actual, que a marzo de este año era de 526.800 millones de dólares (15.277 billones de pesos al cambio actual).
En conferencia de prensa en la Casa Blanca, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, aseguró ayer que el plan no tendrá efectos negativos y, por el contrario, impulsará la creación de nuevos empleos y provocará mayor recaudo.
“Esto se pagará a sí mismo con crecimiento y más claridad en la normativa”, agregó Mnuchin.
El nuevo sistema reducirá de siete a tres las franjas de imposición para las personas. Sin embargo, este plan aún deberá ser negociado en el Congreso, aunque Mnuchin adelantó que hay puntos en que no se cederá.
Oposición lo hará difícil
De hecho, la iniciativa caerá en manos legisladores divididos entre reducir impuestos y las preocupaciones con el creciente déficit fiscal público.
Por ejemplo, uno de los expertos consultados, el economista Douglas Holtz-Eakin, manifestó que “la idea de fomentar empleo mediante recortes de impuestos no se apoya en experiencias previas, por lo que no es verosímil”.
De otro lado, el líder del bloque opositor Demócrata en el Senado, Chuck Schumer, adelantó que la idea encontrará resistencias, máxime “si se trata de un enorme recorte de impuestos para los más ricos”.
Una parte de los republicanos son favorables a la reducción de impuestos, pero defienden el equilibrio presupuestal.
Para las personas naturales el beneficio se notará en la simplificación del proceso de pago de impuestos. Incluso, se espera que la mayoría de estadounidenses sea capaz de presentar su declaración en un formulario del tamaño de una tarjeta postal.
Precisamente, el principal asesor económico de Trump, Gary Cohn, dijo que a cada año los estadounidenses gastan millones de horas tratando de llenar sus declaraciones de impuestos y la tarea está en reducir el trámite y ser más eficientes.