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Ahora la gente que quiere un cambio físico no lleva al cirujano plástico una foto de Angelina Jolie para pedirle una boca similar a la de la actriz; la situación parece ser diferente en la actualidad, algunas personas está llevando fotos de sí mismos pero en su versión editada.
Las generaciones actuales tienen una obsesión con la imagen propia y con la que proyectan ante el resto de las personas a través de sus perfiles virtuales, por esto varios estudios han considerado sus consecuencias para la salud y en uno nuevo publicado en la revista especializada JAMA Facial Plastic Surgery por investigadores del Departamento de Medicina de la Universidad de Boston se ha acuñado un nuevo término: dismorfia de Snapchat.
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Este termino acogería a aquellas personas que desean recurrir a la cirugía plástica para alterar su aspecto y que se asemeje lo más posible al que lucen en los videos o fotografías de la aplicación Snapchat gracias al uso de los filtros.
Snapchat es una aplicación de mensajería de imágenes que cuenta con más de 20 filtros, permite que el usuario se agregue elementos como orejas de cachorro o flores en la cabeza y muchos de los filtros le permiten agregarse pecas, pestañas más largas, ojos claros, una piel impecable entre otros. Facebook, Instagram y Twitter también permiten a sus usuarios editar sus fotos antes de subirlas.
Con la difusión de la tecnología de edición de fotos a través de aplicaciones como Snapchat, Facetune u otras redes sociales, el nivel de “perfección” física que antes solo se veía en las revistas de farándula o de belleza ahora invade las redes sociales.
Facetune, por su lado, permite a los usuarios más funcionalidades por pagar un par de dólares. Esta da la posibilidad de blanquearse los dientes, reducir la frente, la nariz y hasta la cintura de una persona.
A medida que estas imágenes se vuelven norma, la percepción de la belleza está cambiando en todo el mundo, lo que puede afectar la autoestima de las personas y desencadenar este trastorno.
Según el portal especializado Psychology Today, “el trastorno dismórfico corporal es un tipo de trastorno obsesivo-compulsivo. Un individuo con este permanece demasiado preocupado por lo que se percibe como imperfecciones grotescas en su apariencia y pasa una hora o más, todos los días, pensando en cómo se ve. Muchas veces las imperfecciones son imaginadas o solo leves y apenas percibidas por los demás. La persona afectada puede estar obsesionada con ciertas partes del cuerpo, particularmente relacionadas con su cara o cabeza, o con su peso o forma corporal”.
Durante mucho tiempo la gente se ha obsesionado con su aspecto, comparándose con las imágenes idealizadas en la cultura popular, dijo la profesora de psicología de la Universidad de Northwestern Renee Engeln durante un charla TED en 2013 (al final del artículo puede verla).
“Nuestro sentido de lo que es real, lo que es posible cuando se trata de la belleza, está deformado por nuestra sobreexposición a estas imágenes”, dijo Engeln.
En el artículo de JAMA los autores escribieron que antes las celebridades y los modelos podían tener fotos impecables y envidiables, sin embargo, dado el acceso a las aplicaciones de edición de imagen, los estándares de belleza aparentemente inalcanzables ahora inundan las redes sociales a diario, y las personas “perfectas” en las fotos son sus amigos, compañeros de clase y familiares.