Nueva evidencia relaciona falta de vitamina D con esquizofrenia

Una investigación anterior ya había sugerido la relación. FOTO SSTOCK

Helena Cortés Gómez

10 de diciembre de 2018

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Por cerca de dos décadas, médicos en Australia y Dinamarca han estado persiguiendo la teoría de que la deficiencia de vitamina D durante el embarazo aumenta el riesgo de esquizofrenia.

La esquizofrenia es un grupo de trastornos cerebrales poco conocidos, dijo en comunicado John McGrath de la Universidad de Queensland (UQ) en Australia y la Universidad de Aarhus en Dinamarca. La enfermedad se caracteriza por síntomas como alucinaciones, delirios y deterioro cognitivo.

Este profesor dirigió un estudio que encontró que los recién nacidos con deficiencia de vitamina D tienen un riesgo 44 por ciento mayor de ser diagnosticados con esquizofrenia cuando sean adultos. Hasta el momento este es el estudio que presenta la evidencia más fuerte que relaciona estos dos factores. Conocerla podría ayudar a prevenir algunos casos de la enfermedad al tratar la deficiencia de vitamina D durante las primeras etapas de la vida.

“Debido a que el feto en desarrollo depende totalmente de las reservas de vitamina D de la madre, nuestros hallazgos sugieren que garantizar que las mujeres embarazadas tengan niveles adecuados de vitamina D puede prevenir algunos casos de esquizofrenia, de una manera comparable a la función que ha desempeñado la suplementación con folato en la prevención de la espina bífida”, dijo McGrath en nota de prensa.

El investigador dijo que el estudio, que se basó en 2.602 individuos, confirmó un estudio anterior que dirigió y que también encontró una asociación entre la deficiencia neonatal de vitamina D y un mayor riesgo de esquizofrenia.

Aunque la proporción de casos de trastornos mentales implicados en esta investigación es pequeña, puede llegar a ser la punta de un iceberg.

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El equipo hizo el descubrimiento al analizar la concentración de vitamina D en muestras de sangre tomadas de recién nacidos daneses entre 1981 y 2000 que desarrollaron esquizofrenia como adultos jóvenes.

Los investigadores compararon las muestras con las de personas emparejadas por sexo y fecha de nacimiento que no habían desarrollado esquizofrenia.

El profesor McGrath dijo que la esquizofrenia está asociada con muchos factores de riesgo diferentes, tanto genéticos como ambientales, pero la investigación sugirió que la deficiencia neonatal de vitamina D podría representar aproximadamente el ocho por ciento de los casos de esquizofrenia en Dinamarca.

“Gran parte de la atención en la investigación de la esquizofrenia se ha centrado en factores modificables en la vida temprana con el objetivo de reducir la carga de esta enfermedad”, dijo.

Investigaciones anteriores identificaron un mayor riesgo de esquizofrenia asociado con el hecho de nacer en invierno o primavera y vivir en un país de latitudes altas, como Dinamarca.

“Supusimos que los bajos niveles de vitamina D en mujeres embarazadas debido a la falta de exposición al sol durante los meses de invierno podrían subyacer a este riesgo, e investigamos la asociación entre la deficiencia de vitamina D y el riesgo de esquizofrenia”.

A pesar de que Australia tiene más luz solar brillante en comparación con Dinamarca, la deficiencia de vitamina D todavía se podía encontrar en mujeres embarazadas en Australia debido a su estilo de vida y formas de protección solar de acuerdo con McGrath. El investigador McGrath tiene una prestigiosa cátedra Niels Bohr en la Universidad de Aarhus.

“El siguiente paso es llevar a cabo ensayos clínicos aleatorios de suplementos de vitamina D en mujeres embarazadas que tienen deficiencia de vitamina D, a fin de examinar el impacto en el desarrollo del cerebro infantil y el riesgo de trastornos del desarrollo neurológico, como el autismo y la esquizofrenia “.