<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

El mundo puede ser su oficina y tal vez no lo sabe

Se la pasan viajando y siempre buscan el internet más rápido. Los llaman nómadas digitales.

  • FOTO CORTESÍA
    FOTO CORTESÍA
14 de enero de 2018
bookmark

Lucas Ostrowski no nació en la prehistoria, tampoco fue del Reino de Numidia, de dónde eran las tribus seminómadas. Lucas es polaco, tiene 27 años y, según él, es un nómada digital.

En Mumbai (India), en Medellín, Cali y Bogotá (Colombia), y en Cancún (México), lo único que el joven polaco ha necesitado para trabajar es su computador y una buena conexión a internet. Lucas es diseñador web y cada ciudad que visita lo inspira para hacer su trabajo.

Este nómada no se inventó el término, se usa desde 1997, cuando los expertos en tecnología Tsugio Makimoto y David Manners publicaron el libro Digital Nomad, en el que predecían cómo las posibilidades tecnológicas futuras, combinadas con los deseos de viajar, les permitiría a las personas trabajar en movimiento, refiriéndose a la posibilidad de no tener que estar en el mismo puesto de trabajo cada día. El texto tuvo comentarios de personalidades involucradas en la industria tecnológica, como el presidente de Casio Computer, Kazuo Kashio, quién señaló que el libro “proporciona una visión profunda del estilo de vida del mañana”.

Ese futuro es ahora. Según la compañía de economía digital InterNexa, el nomadismo digital es por estos días una tendencia. Esta, dicen, se desencadenó con el teletrabajo (trabajo a distancia) y la búsqueda de modelos de empleo alternativos al que ofrecen tradicionalmente las empresas: ir durante ochos horas, tal vez más, de lunes a viernes. “Es un nuevo estilo de vida que contribuye a hacer más productivos a los trabajadores y a mejorar su calidad de vida”, señala InterNexa.

Lucas decidió ser un nómada digital, aunque en un comienzo no se refería a sí mismo de esa manera, después de dejar su trabajo en Varsovia (Polonia). Esa vez emprendió un viaje a Turquía y desde eso no se ha detenido.

Según él, vivir desarraigado tiene aspectos a favor y en contra. Entre los pro, el más importante para él es conocer culturas diversas y tener amigos por todo el mundo.

La desventaja para Ostrowski, es que una vez tomada la decisión de ser un nómada digital no hay vuelta atrás. No porque sea imposible volver a conseguir un trabajo común, sino que “después de jugar con los monos en la montaña o pasar la noche bailando salsa en Cali, simplemente no hay forma de volver a tu vida anterior”.

No es tan fácil, dice el polaco, la determinación qué exige ser un nómada digital es más que la que cualquier otra trabajo demanda. Si la persona que tomó la decisión de llevar este estilo de vida no se esfuerza consiguiendo trabajos que le permitan sostenerse en cualquier país, no podrá sobrevivir de esa manera.

Para Lucas, por ejemplo, no todo es paseo cada vez que llega a un nuevo destino. Normalmente, después de despertarse, busca convocatorias en todo el mundo y está actualizando su hoja de vida cada vez que es necesario, sumando nueva experiencia.

Por supuesto, trabaja desde el hostal en el que se está quedando, o desde algún sitio de la ciudad que tenga conexión a la red: un café, una biblioteca, una librería y hasta un parque público.

A Lucas, como a cualquier otro nómada digital, no le importa realizar sus labores en espacios poco convencionales y a cualquier hora. En Latinoamérica, según un estudio sobre el teletrabajo hecho por Microsoft, el 52 % de los latinos aseguran que no les preocupa trabajar desde cualquier lugar siempre que cuenten con una buena conexión, el 42 % de las personas que tienen acceso a la red ya trabaja de forma remota, el 46 % aseguró que hay mayor productividad, y solo el 8 % sostuvo que el trabajo remoto es improductivo.

Recientemente la revista Forbes publicó una lista hecha por FlexJobs.com de profesiones que permiten, con más facilidad, ser un nómada digital, entre ellos están: tutor de matemáticas, editor científico, desarrollador senior de Javascript y diseñador de interfaces. A esto último se dedica Lucas, que no cambia su vida por nada. Para él, el único “lado oscuro” de ser un nómada digital es no tener ninguna posesión más que su computador y su ropa, y claro, empezar. A quienes quieran hacerlo les recomienda simplemente ir a Internet, según él, allí seguro encuentran algún proyecto “con el que puedan empezar” y un destino que los mueva. El siguiente paso es conseguir tiquetes y empacar maleta, lo más liviana que se pueda.

Así, tal vez, sin necesidad de devolverse a la prehistoria, usted puede convertirse en un nómada, pero con un computador en su espalda.

El empleo que busca está a un clic

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD