Estación Pegue (que no quiere decir pelea sino adherir), habitada de paso por aumentadores de datos y anexionistas de parecidos, infladores de temas y creadores de incisos, inventores de sistemas complejos para perder a cualquiera y alarmistas con predisposición a criar más miedos en el miedo, abstraccionistas de espacios que estaban bien y hay que confundir, gente que cambia de peinado cada vez que mira, ampliadores de convocatorias sin efecto y tremendistas que vuelven y saltan, etc. Tan distintos a los que usan la navaja de Ockham, hombres y mujeres simplificadores, pulidores de superficies toscas y sucias, definidores sin pretensiones retóricas, dibujantes de mapas exactos y calculadores precisos y pragmáticos para evitar la melcocha y las...