Es bien difícil opinar algo inteligente sobre ‘Paterson’, la más reciente película del director independiente Jim Jarmusch (Ohio, 1953). Difícil no, imposible. ¿Cómo ser cerebral ante una obra que desesperaría al mismísimo Descartes?
El realizador de apellido checo y de tupida mata de pelo blanquísima, había declarado en 1989 “prefiero hacer una película acerca de un tipo paseando a su perro que una acerca del emperador de China”. No mintió.
Tiene a Cannes a sus pies, estudió literatura en la Universidad de Columbia con intención de ser poeta, ha sido músico, de su cine se dice que tiene el ‘tempo’ y ritmo del blues y jazz. Vive con su novia desde estudiantes, no tienen hijos. Es apasionado de la cultura japonesa.
La mejor radiografía de sus personajes...