Infraestructura, informalidad y barreras comerciales, tareas del FMI para Colombia

Infraestructura, informalidad y barreras al comercio son aspectos que requieren cambios, ya.

Para el Fondo Monetario la Infraestructura vial del país es insuficiente. Foto: Manuel Saldarriaga

El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que en la medida en que la recuperación económica colombiana toma impulso, será esencial cambiar el centro de atención hacia políticas que potencien el crecimiento en el mediano plazo.

Así lo señaló Jorge Roldós, director Adjunto del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, quien encabezó la misión técnica de esa entidad que estuvo de visita en Colombia hasta el pasado viernes.

“La economía colombiana se encuentra en un punto de inflexión, marcado por una recuperación tras una combinación de choques externos e internos desde 2014 que redujeron el crecimiento y aumentaron la inflación y el déficit externo”, declaró el experto internacional, quien destacó que el sólido marco normativo y la ejecución adecuada de políticas de ajuste fueron cruciales para hacer frente a esos fenómenos.

En su cuenta de Twitter, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, aprovechó para resaltar que, bajo esa perspectiva, el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, que termina el próximo siete de agosto, “deja una casa en muy buen estado”.

No obstante, Roldós aclaró que aunque los desequilibrios externos, como la reducción de los precios del petróleo, han disminuido, persisten algunos riesgos, entre ellos los flujos migratorios generados por la crisis humanitaria en Venezuela, que representan un riesgo fiscal que hasta ahora se ha mantenido manejable (ver Informe).

Reformas estructurales

Según el FMI, para diversificar la economía y depender menos de las ventas de petróleo, que solo en enero representaron el 36,19 % de la canasta exportadora, es esencial cerrar la brecha de infraestructura y mejorar la eficiencia de los mercados.

Desde esa óptica, el Fondo señaló que la infraestructura colombiana es insuficiente y el transporte ineficiente, factores que implican una desventaja competitiva para las empresas colombianas.

“Las autoridades han tomado medidas decisivas para solucionar los problemas contractuales y eliminar limitaciones financieras en el sector de infraestructura, pero es esencial completar los proyectos de cuarta generación (4G) sin demora. El actual proceso para renovar la flota de camiones también es de crucial importancia”, advirtió.

En cuanto a la informalidad del trabajo y de las empresas, se mencionaron los avances obtenidos gracias a las mejoras educativas y a la reforma del impuesto sobre la nómina del 2012, pero el FMI sabe que el 50 % de los trabajadores en las principales ciudades y más del 60 % de los trabajadores a escala nacional siguen siendo informales.

Adicionalmente, se planteó una reducción de los cargos de inscripción de las empresas pequeñas en el registro mercantil y una merma en la carga regulatoria a través de la Ventanilla Única Empresarial, que también ayudaría a mejorar la formalidad empresarial.

Barreras para el comercio

Pese a las mejoras que en años recientes ha incorporado el país, como la eliminación de aranceles en algunos insumos para la producción industrial y la eliminación del IVA en bienes de capital (maquinaria y equipos), los costos de exportación siguen siendo altos.

Para bajar esos valores, la misión del FMI sugirió revisar múltiples barreras comerciales no arancelarias (licencias, normas) adoptadas desde el 2000 que podrían abaratar las importaciones que sirven de insumos en la elaboración de bienes de exportación.

También se anotó que “es necesario lograr mejoras adicionales en los aspectos logísticos en los puertos, incluida la coordinación con las aduanas, para reducir los muy dilatados tiempos de procesamiento”.

En este frente, la ministra de Comercio, María Lorena Gutiérrez, sostuvo que las recientes modificaciones al Estatuto Aduanero (Decreto 349 de 2018) eliminaron cuatro trámites, simplificaron 38 y automatizaron seis más, para un total de 48 intervenciones que significan una revolución en el comercio exterior de Colombia. “Esto debe significar mejoras en tiempos y costos para los empresarios, lo que a su vez se traduce en una mayor competitividad”.