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Compañías se trasladan en busca de más clientes
En cuatro años, 2.879 empresas cambiaron sus sedes de operación.
¿Qué ventajas o desventajas tienen?
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FOTO CORTESÍA
14 de enero de 2018
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La pretendida independencia catalana de España provocó en los últimos tres meses de 2017 un éxodo, en el que 3.208 empresas, según medios de prensa, salieron de esa comunidad autónoma trasladando su sede a otras regiones.
El miedo a la inestabilidad política hizo que las administraciones de esas compañías ejecutaran ese movimiento estratégico para proteger los intereses de sus accionistas, clientes y empleados.
Pero, ¿qué explica que muchas empresas trasladaran su domicilio a Medellín, entre 2013 y 2016? Y algo más, ¿qué causó que otro tanto se fueran de la capital antioqueña en ese mismo periodo?
Para resolver esos interrogantes, la Cámara de Comercio de Medellín elaboró un estudio de movilidad empresarial, cuyos resultados fueron publicados en la edición número 18 de la Revista Antioqueña de Economía y Desarrollo.
Olga María Ospina, directora de Investigaciones Económicas de la Cámara, comentó que esta primera investigación tuvo como propósito establecer los factores determinantes para que los empresarios se fueran de la ciudad, así como las motivaciones para establecerse en ella.
“En esos años, 2013-2016, encontramos que salieron de Medellín 1.672 empresas, principalmente hacia el sur del Valle de Aburrá. Pero, por otro lado llegaron 1.207, en su gran mayoría procedentes del Aburrá Sur”, comentó (ver gráfico).
Las que llegaron
El estudio mostró que en promedio cada año, trasladaron su sede a Medellín 302 empresas. El 52,2 % de esas (630) provino de los municipios del Aburrá Sur, principalmente de Envigado e Itagüí. Otro 24,9 % llegó de Bogotá y Cundinamarca; 5,6 % de la Costa Atlántica; 4,6 % del Oriente antioqueño; 3 % del Valle del Cauca, y 2,4 % del Eje Cafetero.
Por tamaño, el 69,9 % de las sociedades que llegó fueron microempresas, 28,3 % pequeñas, 8 % medianas y 2,8 % grandes. Según la actividad económica ejercida por las empresas, alrededor del 90 % se concentra en seis grandes ramas: servicios financieros, empresariales, inmobiliarios y de alquiler (31,4 %); comercio (30 %); industria (14,5 %); construcción (8,1 %); servicios sociales, comunales y personales (4,3 %); y transporte y comunicaciones (3,2 %).
Para entender el cambio, la Cámara realizó una encuesta entre 202 empresas que se ubicaron en Medellín y llegaron de otros municipios. Se precisó que generan 13.013 puestos de trabajo y reportaron ventas anuales por 825.174 millones de pesos.
Los empresarios que se asentaron en la capital antioqueña justificaron su traslado en aspectos como la ampliación de mercados y cercanía a los clientes (25,7 %); motivos personales, principalmente relacionados con el cambio de domicilio del representante legal o socios (20,8 %); mejora de las condiciones de locación, tamaño y acceso (20,3 %); facilidades administrativas en cuanto a trámites, cercanía a empresas de los socios y unificación de sedes (11,9 %); reducción de costos asociados con arriendo, servicios públicos y materias primas (6,4 %).
En ese sentido María Fernanda Galeano, secretaria de Desarrollo Económico de Medellín, explicó que la ciudad es muy atractiva por la capacidad que tiene de generar encadenamiento productivos.
“Acá, una empresa puede conseguir proveedores y clientes al mismo tiempo. Otro elemento diferencial tiene que ver con los servicios públicos, pues EPM ofrece una amplia cobertura y un portafolio adaptado a lo que requieren los distintos negocios”, añadió la funcionaria.
También resaltó la reciente expedición del Acuerdo 109 de 2017 o Estatuto Tributario de la ciudad, que estableció incentivos para la economía creativa y digital, asociados a construcción y medios de transporte sostenibles (ver Paréntesis).
Empresas que se fueron
En el período analizado, 2013-2016, se trasladaron desde Medellín más de 1.600 empresas, 418 por año en promedio, hacia otros municipios de la región y del país. El 62,7 % trasladó su domicilio principal hacia municipios del Aburrá Sur, principalmente a Envigado e Itagüí; un 12,3 % a Bogotá y municipios de Cundinamarca y un 8,9 % a municipios del Oriente antioqueño, donde se destacan Rionegro y El Retiro.
Por tamaño, el 65,8 % de las sociedades que salió de Medellín eran microempresas, 25,7 % pequeñas, 6,6 % medianas y 1,9 % grandes empresas. La encuesta hecha entre 298 empresarios que se trasladaron reveló que esos establecimientos ocupaban a 11.540 personas y sus ventas anuales totalizaron 1,4 billones de pesos.
Los empresarios que se fueron de Medellín adujeron factores que coincidieron con los presentados por los empresarios que llegaron a la ciudad, aunque en distinto orden: mejorar las condiciones de locación (28,5 %); ampliación de mercado y cercanía a clientes (21,8 %); motivos personales (18,5 %); facilidades administrativas (15,1 %) y reducción de costos (5,7 %).
Resulta llamativo que 72 % de los desplazamientos, según sus responsables, obedeció a un proceso de planeación estratégica, pero gran parte de las sociedades que salieron no contaron con asesoría externa para hacerlo ni realizaron ningún estudio antes de reubicarse.
No obstante, surtido el cambio, el 96,3 % de los empresarios que se trasladó a otras localidades, calificó dicha decisión como acertada y destacó que se logró una reducción en costos.
Desde y hacia el Sur
Que el mayor flujo de empresas que se trastean lo hagan de Medellín hacia el Aburrá Sur y viceversa, también resulta particular.
Desde la presidencia de la Cámara de Comercio del Aburrá Sur, Lillyam Mesa Arango, señaló que en el caso de las empresas que salen de Itagüí, Envigado, La Estrella, Sabaneta y Caldas lo que se busca son mejores posibilidades logísticas y la apertura de nuevos mercados.
“Los estudios que hacemos, muestran que son más las empresas que se establecen en el Sur del Aburrá que las que se van. Uno de nuestros esfuerzos con las administraciones locales es evitar que les impongan más cargas tributarias a las compañías”, añadió.
Por último, independiente de las motivaciones que los empresarios expusieron en el estudio para ejecutar las mudanzas, la movilización empresarial es una realidad y es preciso hacer un seguimiento permanente sobre las empresas que la ciudad está expulsando hacia municipios cercanos, entender los motivos que originan dichas expulsiones y tomar medidas para la retención de empresas (ver Dicen de...).
También es claro que no se requieren amenazas políticas como en el caso catalán, para que las empresas decidan efectuar un cambio de sede.
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