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El petróleo subió fuertemente ayer, en un mercado afectado por el riesgo geopolítico en Medio Oriente antes de una reunión de la OPEP, mientras que la aproximación del huracán Florence a las costas de EE. UU. presenta escaso peligro para la industria.
El barril de Brent cerró en 79,06 dólares, un alza de 1,69 dólares respecto al cierre del lunes. Mientras que el barril de WTI sumó 1,71 dólares a 69,25 dólares. “Las amenazas de perturbaciones en la oferta en todo el mundo impulsaron los precios”, dijo el analista Matt Smith de ClipperData.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó ayer el ataque suicida contra la sede de la Compañía Nacional de Petróleo (NOC) el lunes en Trípoli, que dejó dos muertos.
“Los yacimientos de petróleo que [benefician a los] cruzados y sus proyectos en Libia son objetivos legítimos para los muyahidines”, añadió el EI, afirmando que los autores del ataque murieron.
En paralelo, las exportaciones iraníes continúan retrocediendo debido a la posible aplicación de sanciones de EE. UU. al sector petrolero de Teherán a inicios de noviembre.
En EE. UU., una vasta zona costera en el este del país se preparaba para recibir al huracán Florence, potencialmente devastador, pero que representaría poco riesgo para la industria petrolera .