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Lo que debe saber del censo que empieza el martes en Colombia

Entre el 9

de enero y el
8 de marzo se realizará la
etapa online.
La recolección de datos culminará en junio.

  • Foto Archivo Colprensa
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  • Lo que debe saber del censo que empieza el martes en Colombia
08 de enero de 2018
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El último censo que se realizó en Colombia fue en 2005, lo que implica que el país lleva 13 años sin conocer cómo se ha transformado su sociedad. Así, mañana comienza la recolección estadística que caracterizará a la población colombiana por la próxima década.

En Colombia, las primeras cifras de población datan de 1550, y fueron realizadas por el gobierno Español; no obstante, 1964 es reconocido como el año en el que se realizó el primer censo, con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) al frente, que nació como entidad en 1953.

Según el Dane, desde 1550 se han realizado, al menos, 18 censos en los que se destacan cinco: 1964, por haber sido el primero realizado por la entidad; 1973, porque tuvo actividades preliminares de caracterización de comunidades étnicas y se incluyeron preguntas de fecundidad, y 1985, en el que se produjo un cuestionario ampliado, e incluyó los datos de los residentes en la vivienda.

1993 será recordado como el año en el que se realizó el último censo del Siglo XX y se retoma la importancia del hogar en la estadística y 2005, en el que se implementó el uso de tecnología móvil para la captura de la información. 2018 llega de manera disruptiva con la apuesta digital.

Tener un censo actualizado es relevante porque a partir de la medición se podrá conocer “cuántas personas residen y demandan servicios públicos en el país en una fecha determinada, su composición por edad y sexo, los niveles y patrones de fecundidad, mortalidad y migración interna y externa”, aseguró Mauricio Perfetti, director del Dane, en entrevista con EL COLOMBIANO (ver cajas numeradas).

A partir de estos datos, que arrojan transformaciones demográficas, se posibilita la atención a grupos específicos de la población y la generación de políticas públicas. “Un censo nos permite ver cómo estamos y para dónde vamos. Mucho más importante en la época que nos encontramos de posconflicto para saber cómo construir esa nueva realidad que queremos”, afirmó Alejandro Useche, docente de economía de la Universidad del Rosario.

Qué se incluye y qué no

La inversión para este trabajo es de 350 mil millones de pesos. Esta cifra se puede entender mejor, si se tiene en cuenta que es el 6,7 % del presupuesto de Medellín de 2018 (5,2 billones de pesos).

Un dato nada despreciable si se tiene en cuenta la apuesta digital de la entidad, la promesa de incluir a la población en condición de discapacidad, tras una ardua tarea mediática de los afectados (ver Paréntesis), y la inclusión de comunidades étnicas a profundidad, desde su autorreconocimiento —como indígena, negro, afrocolombiano, raizal, palenquero, gitano—, incluso se ahondará sobre la lengua de diferentes comunidades, si la entienden o si la hablan, datos fundamentales para su supervivencia.

En la discusión entre lo que se incluye y lo que no, el Dane dejó en el tintero la medición de pobreza multidimensional por falta de recursos, como si fuera una discusión de poca monta. De acuerdo con los archivos de la misma entidad, “es un indicador que refleja el grado de privación de las personas en un conjunto de dimensiones (es decir salud, educación, empleo, entre otras)”, lo que permite determinar la naturaleza de la privación y su intensidad.

Sobre esto Perfetti dijo que “hay una complejidad muy grande y es la combinación entre lo técnico y
lo presupuestal. La definición oficial de pobreza multidimensional tiene algunas preguntas que son de muy difícil medición en un
censo”, lo que implica que “toca indagar mucho para llegar al concepto, eso lo hace difícil porque alarga el cuestionario y el tiempo de diligenciamiento”.

Así, el censo no será herramienta para esto, sino se seguirá realizando la medición a través de una muestra poblacional (grupo elegido entre el universo de personas).

Lo importante de esto, es tener claro que “la intención no es la de recolectar mucha información, pues se requiere que el cuestionario no sea muy extenso debido a que pone lento el proceso de depuración estadística. Esta no es una muestra, es la capacidad de contar a la población total y lograr obtener la mayor información posible”, aclaró Alejandro Torres, docente de la Escuela de Economía y Finanzas de la Universidad Eafit.

Los desafíos

Uno de los grandes retos tiene que ver con la ruralidad pues, de acuerdo con Torres, la falta de titulación de tierras y el hecho de que los ocupantes de los terrenos sean, por ejemplo, los mayordomos y no los dueños, puede distorsionar la muestra en algunos casos.

Se prevé que la población colombiana para 2018 está compuesta por 49,8 millones de personas, de las cuales 50,2 % son mujeres y 49,38 % son hombres. De Antioquia, específicamente, se plantea una cifra de 6,6 millones de personas. En el último censo, 2005, la población total registrada fue de 42,8 millones de personas.

EL COLOMBIANO le presenta cinco claves para entender y apropiar el proceso censal que inicia mañana y tendrá resultados entre julio y agosto. Ajústese a la posibilidad que mejor le convenga .

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