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La Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma) tasó en 141 mil millones de pesos las pérdidas acumuladas por la pudrición de cogollo (PC) que ya está presente en unas dos mil hectáreas sembradas en el norte del país.
Solo en el Magdalena se estiman afectaciones de 50 mil millones de pesos, luego de que 700 hectáreas fueran atacadas por la enfermedad. Esta se origina en una especie de hongo, que se reproduce por exceso de humedad.
Esas áreas cultivadas corresponden solo al 1,6 % de las cerca de 45 mil hectáreas en palma de aceite que tiene este departamento. Pero se calcula que el “deterioro económico potencial por este concepto en el Magdalena estaría por el orden de 3,1 billones de pesos”, estimó un reporte del Centro de Investigaciones en Palma de Aceite (Cenipalma).
Agregó la entidad que en los sembrados afectados se encontró un estado avanzado de la PC, “asociado a factores adversos como suelos mal drenados”.
Ante la grave situación sanitaria, Cenipalma y Fedepalma adelantan un plan de choque que involucra mantenimiento de drenajes externos e internos de los cultivos, nutrición adecuada de las plantas y la eliminación de focos de PC en los cultivos.
El gremio planteó al Instituto Colombiano Agropecuario que se establezca la obligatoriedad de erradicar palmas con la enfermedad, para evitar su propagación a otros predios.