A pesar de ser asesinados por odio a la fe, los mártires de Argelia fueron libres. Fueron libres porque estaban convencidos de que iban por el camino correcto, de que valía la pena luchar (incluso sacrificar la propia vida) por buscar un diálogo y convivencia entre cristianos y musulmanes. Fueron libres porque amaron el lugar donde estaban y se entregaron a las personas que rodeaban la aldea de Tibhirine, cerca de la ciudad de Medea en Argelia, donde fueron asesinados por fundamentalistas islámicos en plena guerra argelina entre 1993 y 1996.
El pasado martes fueron beatificados 19 mártires muertos en Argelia. Entre ellos están siete monjes cistercienses, cuya historia inspiró la película “De dioses y hombres” (2010 y merecedora del gran premio...